Han pasado varios días de su hazaña, pero por inesperada y heroica, Pablo Dapena sigue sin ser consciente todavía de que es campeón del mundo. El triatleta pontevedrés fue recibido ayer con honores en la Casa Consistorial del municipio que le vio nacer por parte de los diferentes líderes de los grupos políticos.

Dapena acudió sin la medalla de oro que le acredita como el mejor del mundo en la distancia larga de triatlón. El metal sigue dentro de su maleta, perdida junto a su bici en algún aeropuerto, a la espera de reencontrarse con su dueño legítimo. Quizá por ello, Dapena todavía no ha asimilado el éxito. "Poco a poco, con las llamadas y mensajes que estoy recibiendo, me lo voy creyendo. Pero todavía no soy demasiado consciente. Esto me está quedando grande", reconocía el deportista.

El triatleta destacó que el oro obtenido en el Mundial de Larga Distancia celebrado en Dinamarca, dentro del ITU Multisport 2018, es "el mayor éxito" de su vida. "Afrontaba la carrera sabedor de que llegaba bien. Esperaba estar entre los cinco primeros. Pero no contaba con ganar", expresaba ayer Dapena.

Sobre el porqué de su éxito, el pontevedrés explicó que el hecho de tener que afrontar una distancia más amplia en la prueba le hizo apostar por un cambio en su preparación: "Me fue a Lanzarote huyendo del clima gallego. Pero allí entrené muchas horas a entrenar. Fue como una cárcel". "Al final, todo el trabajo tiene su recompensa", recalcaba el triatleta.

Mientras, el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, presente en Odense para recoger el testigo de Dinamarca como organizador de los próximos ITU Multisport, tampoco ocultaba la alegría: "Fuimos con la idea de promocionar el evento de 2019 en Pontevedra y nos volvimos con un campeón del mundo".

Lores explicó que cuando se puso a ver la carrera se asustó, porque no vio a Dapena entre los primeros. "Empecé a ver pasar a los corredores. Iban ya como diez y no lo veía. Creía que tenía que estar arriba. Entonces pregunté y me dijeron que era difícil que lo viese pasar, porque ya iba el primero y había pasado", manifestó con humor el alcalde, que recalcó el orgullo que supone contar con Pablo Dapena, alguien que "pone a Pontevedra en el mapa".

El hecho de haber logrado el oro en el Mundial hará que el próximo año dispute la prueba que se celebrará en Pontevedra como vigente campeón. "Es un orgullo enorme, pero no una presión añadida. La presión existe en el exterior y, sobre todo será para otros como Javi Gómez Noya".

Ahora, Dapena se centra en el Challenge de Praga de la semana que viene y luego en agosto y septiembre tendrá los campeonatos de España y Europa.