Preguntado por si el estilo de juego que pretende es el que se pudo ver la temporada pasada, Luismi reconoce que el Pontevedra 2017-2018 no terminó por jugar exactamente a lo que él quería. "Era un momento difícil. Nos tocó llegar en una situación complicada y tratamos de meter nuestro estilo de juego, pero no al 100%. No pudimos jugar del todo como pretendíamos", apunta.

El técnico vigués ascendió directamente del Juvenil A (con el que tenía la permanencia en División de Honor muy encarrilada a mitad de curso) en enero para sustituir a Luisito, cesado al final de la primera vuelta por los malos resultados del equipo.

Por aquel entonces, el Pontevedra era décimosexto, dos puntos por encima del ascenso (con 19). Con Areda en el banquillo, el Pontevedra logró 26 puntos y terminó por salvarse en la última jornada, ante el Atlético de Madrid B. Con el técnico olívico, el equipo logró siete victorias, tres empates y siete derrotas. Además, logró romper la mala dinámica lejos de Pasarón y consiguió levantar la Copa Federación por segunda vez en su historia.

Pese a ello, Luismi destaca que la situación clasificatoria y las necesidades del equipo hicieron que en ocasiones, se apostase demasiado por el fútbol directo y se especulase un poco más de lo que a él le hubiese gustado.