El deporte femenino local no permaneció al margen de las movilizaciones por el día Internacional de la mujer. Por ese motivo la plantilla del Poio Pescamar también paró hoy y se sumó a la huelga convocada.

Una representación de jugadoras del club estuvo presente en la Casa Rosada de Poio para formar parte del acto feminista y acompañar al resto de presentes en la lectura del manifiesto. Tanto jugadoras como club dicen ser "muy conscientes de la discriminación que existe en el mundo del deporte hacia la mujer y consideramos que es nuestra forma de dar visibilidad a nuestra protesta", comentan desde el club.

El equipo conservero suele entrenar los jueves a doble sesión de mañana y tarde, ya que la mayor parte del plantel tiene ficha profesional. Hoy vuelven a los entrenamientos para preparar el partido que el domingo a las 13.30 horas les medirá en Madrid al Móstoles y en el que esperan poder prolongar la buena línea ascendente de las dos últimas jornadas.

En este momento más plácido del calendario, las rojillas quieren recuperar el terreno perdido entre los meses de diciembre a febrero. Las dos últimas victorias le sirvieron para recuperar la séptima plaza y ahora tienen por delante dos jornadas consecutivas ante rivales de la zona media-baja de la liga para ir a la caza del Ourense Envialia, sexto clasificado y próxima salida liguera una vez superado el choque de Móstoles.

Las mostoleñas, por su parte, llegan al encuentro con un partido de liga disputado menos al no haber jugado la pasada semana ante el Soto del Real y con buena renta sobre la zona de descenso que les hace estar más cerca de la zona alta de la clasificación. Su último encuentro fue hace quince días en casa precisamente ante el Ourense Envialia, que les venció por 0-2.