Y a la duodécima oportunidad llegó la victoria. Mas de 90 días sin ganar, once partidos con poco o muy poco de lo que hablar en positivo, pero el Pontevedra por fin ha conseguido sacar la cabeza para respirar fuera de ese profundo charco en el que estaba metido. Está por ver si lo hará para iniciar un largo impulso o simplemente para mantenerse con vida antes de sumergirse de nuevo en el fondo del pozo.

La victoria llegó sin demasiados lujos, lo desesperado de la situación no invitaba a lucimientos y relajaciones pero por ello tampoco sabe peor. Fue necesaria, como el aire que respiran todos los granates y que ahora expulsan en un suspiro de alivio. A pesar de no ser la victoria más lucida de todas, sí deja detalles importante y necesarios para el estado anímico del grupo. El más importante es quizás el de los goles, ya que el Pontevedra llevaba desde el empate a tres en Guijuelo con un bagaje goleador de dos goles en seis partidos que evidenciaba que los problemas del equipo no estaban solo en la defensa.

Lo más importante fue salir de los puestos de descenso en una jornada crítica ante un rival de abajo al que se le ha ganado el golaverage particular y antes de viajar a Toledo para otra nueva final ante un oponente que, al igual que los lerezanos, se han encontrado con un devenir liguero muy diferente al esperado.

Sistema mixto

Luismi apostó por darle galones a Kevin en el centro e intercalar el fútbol directo con otros momentos de mayor toque. Berrocal hizo en punta un trabajo "sucio" pero muy necesario para sus compañeros, supliendo esa falta de gol que asola a los puntas granates con otras labores de descarga que también son muy importantes para el equipo. La novedad en el equipo fue la entrada en el once de un Álex Fernández que esta campaña siempre está rindiendo a buen nivel a pesar de la intermitencia en sus apariciones por el césped. La falta de continuidad no le está afectando y ante el Cerceda pidió paso como el jugador necesario para sacar el balón jugado desde atrás como ya se intentó con Carlos Ramos ante el Celta B.

Convocatoria

La lista de convocados dada por Luismi puede ser toda una declaración de intenciones. Desde la dirección deportiva dejaron claro este mes que la prioridad iba a ser la de reforzar el equipo y para ello queda poco mas de una semana. Los próximos días son y serán decisivos y es preciso dar bajas para hacer sitio a las nuevas incorporaciones. Por el momento, Bruno, Carlos Ramos y Etxaniz ya se quedaron fuera para una final como la de Cerceda y eso puede ser bastante significativo para alguno. Los tres fueron titulares en Bouzas y curiosamente fueron los sustituidos en la segunda parte.

Juan Barbeito

Luismi ha demostrado personalidad apostando por el juvenil. El canterano se ha ganado a pulso los minutos que tiene sobre el campo y el técnico granate lo conoce mejor de nadie al trabajar con él en la base. Nacho López ha llegado con ritmo y experiencia, pero deberá competir con el juvenil como un igual. El asturiano debutó ante el Cerceda como jugador de ataque, recordando viejos tiempos como extremo tal y como empezó su carrera deportiva y ante la falta de jugadores de banda en ataque que hay en la plantilla.

Portería a cero

Hacía mucho tiempo que el Pontevedra no terminaba un partido sin encajar y las últimas ocasiones que lo ha hecho, solo ha servido para empatar a cero. La última vez que se ganó sin encajar fue en el 2-0 de la jornada 8 ante el Real Madrid Castilla. Esta es la base sobre la que el equipo debe depositar todas las esperanzas en la mejora que precisa para salir de dónde está. El domingo partió con una pareja de centrales ya conocida formada por Goldar y Adrián León y un gran nivel del ex canterano del Celta, que está yendo a más en las últimas semanas, justo cuando el foco de la duda se depositó en todos los zagueros.

Altercado tras el final

Un incidente interrumpió el domingo la rueda de prensa de Luismi sin tener tampoco más consecuencias que las molestias causadas a los trabajadores de los medios de comunicación que se encontraban allí tomando las declaraciones de los técnicos. Un grupo de media docena de aficionados encapuchados aprovecharon la cristalera trasparente que da hacia la sala de prensa para lanzar cánticos y dar golpes al cristal con el fin de hacerse notar para mostrar una pancarta en contra de la directiva. Curiosamente nadie de este grupo beligerante acudió hace una semana a la Junta de Accionista para mostrar su disconformidad de una manera más cívica y a cara descubierta.