Entre las muchas personas que integran el organigrama de la Escola de Xadrez Pontevedra, Pablo García es el encargado de gestionar la Escuela y de dirigir las labores sociales que se están llevando a cabo desde hace dos años en los campamentos de refugiados sirios en Jordania.
- Son ya 17 años de vida de la Escola de Xadrez Pontevedra (EXP) y no han parado de crecer.
- Empezamos como una escuela dirigida a un público que ya conocíamos que tenía un interés por el ajedrez. Nuestra misión era divulgar lo máximo posible un juego que amamos y al que hemos dedicado nuestra vida. Empezamos visitando colegios y trabajando con la base, que es lo que consideramos más importante. Cuando esto funcionó, el aspecto deportivo tomó otras dimensiones para empezar a organizar eventos que se han convertido en estos momentos en el motor de Galicia a nivel de competición de alto nivel con el Ciudad de Pontevedra, el Memoria de Ramón Escudeiro y con el festival escolar Xadrez na rúa.
- La labor se ve reconocida con una nominación a los premios Ciudad de Pontevedra.
- Nuestra labor social supongo que es un poco el justificante de esta nominación. Responde un poco a la filosofía que hemos tenido siempre, desde el minuto 1 hemos hecho campañas contra la guerra, una macro simultánea en la que vinieron Grandes Maestros de toda España por las inundaciones de Uruguay, hemos implantado en cada torneo nuestra inscripción solidaria para recoger alimentos para comedores sociales... la puntilla fue implicarnos en el proyecto de "Estrategia por la paz". Empezamos en 2015 y al año siguiente estuvimos en Jordania en un campamento de refugiados. Quisimos compartirlo con toda la población de Pontevedra para que colaborasen y porque para nosotros es muy importante también la fase de sensibilización de los más pequeños. De ahí surgieron cosas muy bonitas en los colegios como recoger material para llevar al campo y los mensajes y dibujos que llevamos. A parte está la labor deportiva y formativa que realizamos allí, hemos creado ya dos escuelas. Ver como una persona de los campamentos termina sonriendo contigo al cabo de dos horas es algo que emociona. Ha sido toda una revelación.
- ¿Qué les queda por hacer?
- Nos ha quedado una espinita clavada en el ámbito educativo. Nos gustaría que realmente se utilizase el ajedrez como una herramienta dentro del proceso educativo. Se ha aprobado un plan en el que se ofrece la asignatura de ajedrez de manera optativa en secundaria y en la hora de refuerzo en infantil, pero no han dotado de recurso ni han formado profesorado. Es un plan que, en mi opinión, está abocado al fracaso porque ya tenemos la experiencia de otras comunidades autónomas.
