Diego Silva acudió ayer al rescate del Coruxo, cuando el partido agonizaba, para marcar un tanto que le permitía al equipo vigués comenzar la segunda vuelta sumando ante un rival directo.

En la primera parte el cuadro vigués fue un conjunto simple, dejando que los ferrolanos tuvieran el control del centro del campo y corriendo detrás del esférico, sin orden ni concierto y sin presencia en el área defendida por Mackay. La parte positiva fue que el Racing de Ferrol no supo aprovechar tantas facilidades, y se tuvo que encomendar a Joselu para adelantarse en el marcador en una jugada en donde los defensas viguesas pecaron de exceso de confianza y el delantero ferrolano, de todo lo contrario.

La transformación del equipo volvió a producirse en el tiempo de descanso. Es como si el vestuario del equipo local ejerciera un poder infinito, puesto que uno y otro equipo son irreconocibles.

El centro del campo no tardó en recuperar la posesión del balón. Borja Yebra se echaba sobre su espalda la capacidad organizativa del equipo, y Silva lograba fijar a los centrales para abrir el juego por las bandas. El equipo vigués era otro, y así llegó el gol del empate, en una jugada que remató de cabeza Rafa Mella. El Coruxo tenía maniatado al conjunto, al que le costaba salir de su área a pesar de los gritos de su entrenador en la banda. Sin darse cuenta, y en un abrir y cerrar de ojos, los vigueses le habían dado la vuelta al marcador, y lo que antes era negro, ahora era blanco.

Pero todavía había tiempo para más en este loco arranque de segundo tiempo, pues los jugadores vigueses se quedaron parados en el arranque de Maceiras, con lo que dos minutos más tarde el Racing volvía a igualar el encuentro.

Los dos equipos tranquilizaron su juego, ya que se habían vivido seis minutos de infarto, pero el resto del encuentro ya no tenía la vistosidad y la intensidad de esos primeros minutos.

Tal y como se estaba desarrollando el encuentro, el partido se estaba inclinando más del lado vigués que del ferrolano, pero un grave error de Alberto acabó con el tercer tanto visitante al aprovechar Joselu el regalo. Quedaban tan solo cinco minutos más el tiempo añadido, por lo que el Coruxo tuvo que arriesgar para tratar de, por lo menos, salvar un punto. Esta vez la cosa salió bien, pues el Racing trató de perder tiempo en una esquina, la defensa viguesa recuperó el balón y disparó el largo para que el esférico llegara a Diego Silva, quien logró marcar con el tiempo cumplido.