En los momentos en los que vienen mal dadas, cuando las rachas prolongadas de resultados negativos asolan a un equipo, es cuando los jugadores hacen piña y buscan esos puntos positivos desde los que renacer y reforzar la moral del grupo de cara a pelear por los objetivos a corto plazo.

En el Pontevedra la fortaleza y el punto positivo que sacan a esta racha de cuatro empates seguidos reside precisamente en eso, en que empatando no pierden. El hecho de encadenar casi un mes sin ser derrotados y de no encajar ningún gol en el último partido disputado (no pasaba desde la jornada 8 en la victoria ante el Real Madrid Castilla), les sirve a los granates para seguir confiando en el trabajo del día a día y ver algo de luz en las tinieblas que cubren este inicio de liga.

Precisamente esta racha de cuatro jornadas sin conocer la derrota es la tercera mejor del Pontevedra desde el ascenso a Segunda B. El récord está en los 10 consecutivos que los de Luisito encadenaron entre la jornada 12 y la 21 de la temporada 2015-2016.

A pesar de que es una evidencia que la racha del equipo no es buena, los granates tienen aun por delante dos jornadas más en esta primera vuelta para mejorar incluso los registros de la segunda mitad de la campaña pasada en la que alcanzaron los play off. La segunda vuelta de los pupilos de Luisito en el curso anterior concluyó con unos registros de 23 puntos, repartidos en 6 victorias, cinco empates y ocho derrotas con 17 goles a favor y 21 en contra. Ganando los dos encuentros que el Pontevedra tiene pendientes en Madrid contra el Unión Adarve y después en casa ante el filial del Atlético de Madrid, los granates conseguirían mejores cifras y les bastaría simplemente con igualarlas en la segunda vuelta para materializar una permanencia que cada año suele rondar entre los 43 y los 45 puntos.

Adarve, rival propicio

No le viene especialmente mal al Pontevedra disputar este fin de semana su próximo partido de liga ante el Unión Adarve. Las características del campo de hierba sintética en el que disputan sus partidos los del barrio madrileño de El Pilar, sumado al fútbol que juega el Adarve en casa, pueden ser propicios para el estilo de juego que hoy plantean los de Luisito.

El esquema de tres centrales, renunciando a una mayor posesión y elaboración del juego en el centro del campo para apostar por un estilo de fútbol más directo, se adapta bien a las características de un campo en el que no es necesario hacer buen fútbol para llevarse los puntos. Un partido similar al planteado en Guijuelo, donde los granates disputaron sus mejores 90 minutos lejos de casa desde que están en Segunda B al ponerse 0-3 por primera en la era Luisito, se adapta a este tipo de partidos en campos que son auténticas ratoneras y en los que el público juega muy bien su papel. Mención aparte merece el horario, el partido se disputará a las 12 de la mañana, una hora matutina en la que los granates ya han jugado en tres ocasiones en esta liga con el mismo resultado; derrota.