Habrá que seguir esperando para que el Pontevedra consiga encadenar nuevamente dos victorias fuera de casa. Los granates no pudieron prolongar el domingo la racha de tres victorias con la que comenzaban a asomar la cabeza por la zona media-alta de la tabla y volvieron a toparse con el talón de Aquiles que son sus partidos fuera de casa.

El principal factor que condenó a los de la ciudad del Lérez fue su falta de claridad en las dos áreas. Dos errores defensivos que costaron el peor castigo posible y la falta de puntería para materializar sus acercamientos por la portería rival son motivos suficientes para regresar de cualquier campo de la categoría de bronce de vacío.

errores atrás

La falta de concentración defensiva y los despistes en las vigilancias fueron el factor determinante en el horrible comienzo de liga del Pontevedra, el motivo que les condenó a varias jornadas anclados en la zona baja de la clasificación y hicieron despertar las primeras dudas. El equipo parecía tener ese problema solucionado después de tres victorias consecutivas en las que, además de hacer goles, consiguió minimizar al máximo la capacidad ofensiva rival solo recibiendo un gol en tres partidos y llegando éste además desde el punto de penalti. El domingo ante el Rayo volvieron a despertarse esos fantasmas que parecían dormidos con dos tantos que podrían ser evitables con una mayor intensidad en la línea defensiva.

Factor mañana

Segundo partido en horario matutino del Pontevedra y segunda derrota de los de Luisito. En la previa del choque ya se apuntaba a las dificultades por las que el equipo lerezano podía pasar al jugar en unas horas en las que la plantilla no estaba acostumbrada a ejercitarse más que los sábados. Casualidad o no, el Pontevedra ha vuelto a perder en este horario y lo ha vuelto a hacer encajando a las pimeras de cambio.

Comienzos peligrosos

Algo le ocurre al Pontevedra en los primeros minutos tras salir del vestuario. Los granates han encajado siete goles en los primeros diez minutos de cada periodo en esta campaña. La liga ya empezó para los granates con un tanto en el minuto uno contra el Celta B en Barreiro y la situación se incrementó poco después con el empate en cinco minutos del Toledo en casa tras el descanso, la sentencia del Fuenlabrada a los siete minutos de la reanudación y ahora las dos dianas del Rayo Majadahonda al comienzo de cada periodo. Cabe decir además que en la mayoría de estos casos los goles llegaron por falta de concentración defensiva más que por acierto del atacante rival.

Iván Martín

El delantero sevillano llegó sin haber hecho pretemporada y le ha costado entrar en la dinámica del grupo. Hasta el domingo era, al margen del meta suplente Anxo, el jugador con menos minutos sobre el campo de la plantilla pero en el Cerro del Espino dejó muy buenas sensaciones de lo que puede llegar a ser con confianza y minutos. Luisito ya dijo de él tras la victoria ante el Castilla que se venía mereciendo una oportunidad y ante el Rayo, a pesar de la derrota, demostró que su entrenador no estaba equivocado.

Ocasiones creadas

A pesar de todos los males que afectaron al Pontevedra en el Cerro del Espino, Luisito sí puede sacar una lectura positiva del encuentro. Y es que aunque los suyos no hicieron un partido bueno y estuvieron a años luz de la imagen ofrecida en Pasarón contra el Real Madrid Castilla, el equipo sí genero ocasiones suficientes como para haberse vuelto de Madrid incluso con un punto del empate que por otro lado no hubieran merecido. Álex González tuvo dos oportunidades en la primera parte e Iván Martín dispuso de otra clara antes del segundo de los majariegos. Faltó la claridad que en esta semanas sí está encontrando el pichichi David Añón y que en Majadahonda no pudo ser de la partida por lesión.