No pudo terminar la prueba en su primera participación en un Mundial de Larga Distancia, pero la sensación de injusticia por su exclusión hizo que Pablo Dapena fuese recibido con honores de héroe a su llegada a Peinador.

Los familiares y amigos del triatleta pontevedrés se acercaron hasta el aeropuerto vigués para arropar al deportista, que llegaba desde Vancouver tras hacer escala en Frankfurt.

Las muestras de cariño, con mensajes de ánimo y ensalzando la calidad de Dapena, fueron el denominador común de un recibimiento que restó algo de amargura a un Pablo que fue descalificado por salirse del arcén para adelantar a un grupo de ciclistas de mayor edad.

Dapena estaba advertido, pero en ese momento y ante la falta de espacio que la organización dejó, entendió que ésta era el único modo de cortar la sangría de segundos que estaba perdiendo.