La vida ha golpeado sin piedad a Andrés Lagos. Herido y estafado, para él sería muy fácil regresar a su país y tratar de hacerse hueco en un fútbol donde ya le conocen, pero sus ganas de triunfar en España hacen que siga peleando desde el Pontevedra B por el puesto que hace meses le prometió un supuesto estafador que suplantó la identidad de un verdadero agente.

- ¿Cuál es su trayectoria deportiva hasta llegar a Pontevedra?

- Comencé a jugar a los 4 años y en la categoría de 15-16 años, con el club Querétaro, que me abrieron las puertas del fútbol profesional para jugar la liga Sub17. Al año siguiente pase al club Puebla, dando el salto a Sub20 y con oportunidad de concentraciones y partidos con el primer equipo. También estuve en Tigres y en los Pumas del UNAM. En mi último año negocié con el Toluca y pasé las pruebas que me hicieron pero nunca se concretó el fichaje porque yo ya tenía en mente jugar en el Pontevedra desde hace 9 meses, buscando el sueño europeo.

- ¿Cómo se gestó todo el engaño que le trajo hasta aquí?

- Todo comenzó en diciembre, contacté con un representante español con el me mensajeaba vía Whatsapp, correo electrónico o videoconferencia. Mi representante allá en México era quien se encargaba de negociar con él y el tipo me envió un contrato en el cual hablaba del Pontevedra, pero sin especificar ninguna cantidad de dinero. A cambio me pidió unos vídeos y conocer mi historial deportivo. Tras hacer todo eso él me dijo que tenía nivel para jugar en Pontevedra y me pidió que llegase en julio a la ciudad. El día 24, que era cuando yo me tenía que presentar con el club, él no apareció y nunca más supe nada de él. Acto seguido puse una denuncia contra él por usurpación de persona y por estafa.

- Después llega el Pontevedra.

- El club se enteró de que había llegado un jugador que venía desde México para fichar por el primer equipo y se pusieron en contacto conmigo. Les expliqué la situación completa y me abrieron las puertas, me hicieron unas pruebas físicas, técnicas y deportivas para ver si podía tener ficha con el filial. Cursé esas pruebas y las pasé sin ningún problema, les gusté en los deportivo y me ofrecieron la oportunidad de fichar en el B para ver si después de seis meses puedo tratar de dar el salto al primer equipo si mi rendimiento es el adecuado.

- ¿Cuál es su situación ahora?

- Estoy hablando con el club para ver si tengo posibilidad de encontrar un piso donde poder quedarme y negociar también una ficha para costearme la vida aquí, siempre un sueldo diferente al de un jugador del primer equipo. Ahora estoy con muchas ganas de comenzar la temporada con el filial en el mes de septiembre. Quiero dejar atrás todo lo que me pasó, fue duro, pero necesito estar con las pilas cargadas para poder cambiar toda esta situación rindiendo en el campo.