Siete temporadas han pasado desde que el fútbol separó a una pareja de amigos que el Pontevedra ha vuelto a juntar con mucho acierto. Jorge Hernández y Carlos Ramos están rememorando en Pontevedra la buena sintonía y conexión que entre ellos ya se podía ver en la temporada 2010/2011 en la que compartían equipo de categoría juvenil en el Zamora.

Juntos fueron parte destacada de la generación juvenil que consiguió dar al Zamora el ascenso a División de Honor, máxima categoría de la edad antesala del fútbol senior. Su buen hacer les sirvió incluso para lograr dar el salto al primer equipo. Jorge con 17 años y Carlos con 16, debutaron en Segunda B de la mano de un entrenador también conocido en Pontevedra como es el asturiano Roberto Aguirre en el caso del ex canterano del Atlético de Madrid y Ricardo Pozo un año antes en el de Jorge Hernández, dos años mayor que su amigo.

Pasaron muchos años, pero el fútbol no se le ha olvidado a esta pareja que en esta pretemporada está demostrando un nivel de compenetración propio de muchos años juntos y que promete muchas alegrías a una afición que ya ve con ojos golosos a dos futbolistas jóvenes y llamados a ser importantes en este nuevo e ilusionante curso en la categoría de bronce.

Ambos zamoranos, Carlos de la capital y Jorge de Sanzoles, un pueblo a pocos kilómetros de la ciudad, coincidirán este año en Segunda B por segunda vez. En el pasado en el club de sus inicios únicamente pudieron compartir campo en la categoría en una sola ocasión. Fue en la jornada 27 de liga en la que ambos entraron desde el banquillo ante el Real Unión de Irún consiguiendo desbloquear un empate sin goles y darle los tres puntos al Zamora con un tanto precisamente de Hernández cuando el partido estaba a punto de finalizar.

Este año por fin compartirán vestuario en etapa senior y esa ilusión entre dos amigos que tienen una misma pasión se deja ver cada vez que comparten minutos sobre el verde, algo que Luisito ha sabido ver bien desde el principio para alinearlos con frecuencia juntos en el campo en estos primeros ensayos de pretemporada. Los dos han demostrado ya hechuras de jugador importante estrenándose en sus respectivas cuentas goleadoras. Carlos anotando ante Coruxo y Estradense y Jorge firmando un precioso tanto en Pasarón frente al Sporting de Gijón.

"En la etapa de juveniles éramos cuatro jugadores los que destacábamos un poco y ya nos entendíamos bien de aquella y disfrutábamos mucho jugando juntos. Ahora pasa un poco lo mismo y yo creo también que la amistad influye. A Jorge yo le he visto jugar porque lo he seguido todos estos años, lo conozco bastante como jugador y como persona. Eso hace que al final parezcamos como hermanos", apunta Carlos Ramos de su sintonía con el hoy compañero de equipo al que ha puesto el apodo de "el duende".

En la misma línea habla también Jorge. "La amistad que tenemos fuera del campo de momento va bien también dentro de él. Creo que eso influye y el buen ambiente que hay dentro del vestuario también es fundamental para hacer equipo".

Un vestuario sano

Pero no solo la relación entre ambos es algo que destaquen los dos. Si el Pontevedra se ha caracterizado por algo en los años de Luisito en el banquillo, es por el gran ambiente que ha existido dentro de la plantilla. Los vestuarios granates han brillado por ser de los más sanos de la categoría y este año todo indica a que habrá más de lo mismo. Ambos futbolistas recalcaron el gran ambiente que se han encontrado a su llegada a Pontevedra a pesar de ser un equipo con tantas caras nuevas. Los dos coinciden además en su sorpresa por haberse forma tan buen grupo desde tan temprano, ya que no llevan ni un mes entrenando juntos.

Se quejan de que el buen tiempo no les ha acompañado todavía a su llegada, pero ambos dicen sentirse ya perfectamente acoplados e integrados en el club, la ciudad y la metodología de trabajo de su nuevo entrenador.

Ramos fue el primero en llegar a Pasarón procedente del Burgos y desconocía del interés de su nuevo equipo por su amigo. El anuncio de su fichaje fue toda una alegría para él y no dudó en afirmar cuando se le preguntó por su antiguo compañero en Zamora que "es buenísimo, mi debilidad. Hace jugar mucho" . Por el momento los pronósticos no le han fallado en estos primeros ensayos y de mantenerse el nivel durante la liga la afición granate disfrutará de muy buen fútbol este año.