Cinco semanas. Ese es el período con el que el trabaja el Pontevedra Club de Fútbol su planificación de pretemporada, aunque todavía con la incógnita de saber si finalmente la liga comenzará el 20 o, por el contrario, se aplazará hasta el 27 de agosto.

Algo más de cinco semanas después de descanso, el equipo granate volvió al trabajo. Y lo hizo con una carga de intensidad muy elevada, en la que será la semana más dura de la pretemporada. "Esta primera semana apostamos por mucho trabajo físico, aunque no sin balón. Realizamos ejercicios físico-técnicos eminentemente aeróbicos en los que ya podemos dejar entrever algún matiz táctico que trataremos de afianzar más adelante" explica Roberto Valdés, el preparador físico y protagonista de la planificación.

Valdés comenta que desde ayer, el equipo trabaja en dobles sesiones en las que, "poco a poco", la intensidad que le irán introduciendo a los jugadores será mayor. En total, solo en esta primera semana, habrá 11 sesiones. Trabajo de mañana y de tarde incluido el sábado. Ya el domingo, el equipo para afrontar con menos resuello la segunda fase del trabajo.

"A partir del viernes, seguramente empecemos a introducir trabajo más táctico. El hecho de tener jugadores nuevos hace que sea necesario ir enseñándoles cuestiones de esta índole", analiza Valdés, que reconoce que todos los futbolistas han llegado a la pretemporada "bien" porque hoy en día "todos son profesionales y hasta el propio cuerpo les pide hacer ejercicio antes de estar un mes parado". El ayudante de Luisito explica que, por ejemplo, uno de los integrantes del vestuario explicó que cambió de entorno para oxigenarse mentalmente, pero realizó deporte "casi todos los días".

"Algunos han podido descansar más y otros menos. Por ejemplo, los que no han jugado play off tuvieron casi dos meses de vacaciones, mientras otros como Miguel Muñoz, que estuvo entrenando con el Getafe hasta el final, apenas dispuso de dos semanas", señala el preparador físico. Pese a ello, Valdés reconoce que no adaptan específicamente la carga de trabajo a cada jugador de manera individualizada porque "es imposible". "Trabajamos las tareas por puestos y sí que nos fijamos en las características del futbolista, pero a tanto no podemos llegar", comenta.

Tras esta primera semana "dura", la que viene comenzará la mezcla de sesiones con partidos que servirán para comenzar a adquirir ritmo de competición. Roberto Valdés avisa de que estos encuentros quizá son los entrenamientos más importantes porque suponen "experiencias reales". El primero será el martes día 25 contra el Deportivo de La Coruña en Pasarón. Un rival potente. Luego habrá entre 6 y 7 más, dependiendo de cuándo comience la competición oficial.

El objetivo de todo ello es llegar "lo mejor posible" a la primera jornada, aun sabiendo que hasta por lo menos la octava, el equipo "no adquirirá su mejor nivel". "Esto es una carrera de fondo. Son 10 meses de trabajo constante y tenemos que llegar bien al final", explica el preparador. Así ha sido en los dos últimos cursos. Y también en el del ascenso. Y es que aunque Roberto Valdés admite que no hay "fórmula mágica", la suya ha ido dando resultados.