El primer equipo tuvo ayer una sesión de trabajo atípica, "la mejor del año", dijeron algunos de los jugadores. En el estadio de Pasarón la plantilla disfrutó de la última sesión de trabajo en grupo después de una larga temporada en la que los éxitos superan con creces a cualquier mínimo fracaso.

La sesión de trabajo de ayer fue la despedida de muchos de los jugadores que en esta semana conocerán ya que no continuarán vistiendo la camiseta del Pontevedra la temporada que viene o que por iniciativa propia pueden decidir continuar su carrera deportiva en otro lugar.

Los que continuarán y los que no, despidieron esta temporada en el mejor lugar posible, en Pasarón. Lo hicieron además con un partidillo muy especial en el que todos los futbolistas ejercieron un rol totalmente diferente al habitual. Así, David Añón y Álex Fernández formaron en las porterías, este último dejando señas más que interesantes bajo los palos que dan plenas garantías para fiarse del mediocentro en caso de máxima necesidad en un encuentro. Edu Sousa o Santi Canedo jugaron como jugadores de campo y delanteros como Mateo o Miki lo hicieron de centrales.

También fue el turno para que el propio Luisito, Pepe Rico, Roberto Valdés, Moncho o el fisioterapeuta Manu Barros pudiesen jugar de tú a tú con los jugadores en un partido. El segundo entrenador Pepe Rico demostró además que la calidad no la ha perdido anotando varios goles y poniendo muy buenos centros al área.

Quienes no pudieron formar parte de este partido fueron los jugadores Mario Barco, Íker Alegre y Jacobo por lesión. Este último deberá ser sometido a una resonancia en la rodilla debido a un fuerte golpe sufrido en Murcia.