El Pontevedra ha vuelto a solucionar un partido tras el descanso. Y ya van doce ocasiones en esta liga en las que el cuadro pontevedrés consigue mejorar su resultado al término de los 90 minutos con respecto a lo que se llevaban a los vestuarios en el intermedio.

Estos números son posibles gracias no solo al buen tono físico de la plantilla pontevedresa sino también en gran medida al plus de energía y de juego que al equipo le están dando los jugadores que entran de refresco desde el banquillo.

En la presente temporada Luisito está teniendo un porcentaje de acierto muy alto con los cambios que ha introducido en los partidos y estas variaciones le han servido para ganar ya muchos puntos, caso del logrado en Barraña el domingo.

En Boiro el entrenador del Pontevedra decidió arriesgar agotando muy pronto los cambios e incluso sacrificando a un punta nato como Mateu para buscar más frescura y la jugada le volvió a resultar ganadora. Íker Alegre, Jacobo y Eneko dieron una marcha más a los granates en Barraña y consiguieron meter atrás a un rival que hasta entonces estaba desmelenado en busca de un segundo tanto que rozó en varias oportunidades.

Todos en forma

La plantilla actual del Pontevedra consta de 21 jugadores. De toda ella únicamente el guardameta suplente Santi Canedo todavía no se ha estrenado esta temporada en Segunda División B y Luisito quiere a todos sus jugadores enchufados y listos para ser de la partida en cualquier momento, sabedor de la importancia de todo lo que queda en juego ahora en liga y puede quedar después por jugar en el caso en el que se certifique el play off.

De esta forma el entrenador de Teo dio la alternativa en Boiro a tres de los jugadores "olvidados" de las últimas semanas, ya no solo con el objetivo de cambiar el rumbo en el partido sino también para que ganasen ritmo de competición. Así, Íker Alegre y Jacobo fueron fundamentales en la segunda parte para lograr el punto del empate que deja la ilusión del play off a solo una victoria. Estos dos futbolistas se unieron también a Capi, que salió de titular y acabó el partido después de muchas semanas.

Para Alegre fue como volver a empezar la temporada de cero. Siete meses le ha costado reaparecer con la camiseta pontevedresa desde su lesión en el ligamento cruzado en Santander. Todavía evidenciando la falta de ritmo, el ex del Logroñés no tardó en dejar claro en Barraña que no le quema el balón en los pies.

En cuanto a Jacobo, su desaparición de las alineaciones del Pontevedra databa de ocho partidos atrás, el 26 de febrero ante el Burgos, y su intervención fue trascendental por el gol y por su gran final del partido en el momento en el que abandonó la banda para jugar por detrás del punta.

Capi fue otra de las grandes novedades del domingo. Diez jornadas después volvió a gozar de 90 minutos en un partido de liga. A finales de marzo Luisito le dio la alternativa en el once inicial ante el Tudelano, pero fue sustituido antes del descanso por segunda vez esta temporada.