Hacer de la ilusión una virtud. Es la máxima que buscará seguir el Pontevedra en su visita a Boiro esta tarde. El conjunto lerezano afronta el último derbi del curso sabedor de que todo lo que sea sumar le dejaría en una situación óptima para lograr el pase a la promoción.

Sin embargo, el equipo lerezano no tendrá fácil sumar una victoria o al menos un empate. A su mala dinámica fuera de casa, donde solo ha logrado tres triunfos esta campaña, se le suma la enorme necesidad de un rival que llega en puestos de descenso, aunque con el subidón moral de haberle hecho un destrozo a las opciones de campeonato del Celta B. El Boiro venció 0-3 en Barreiro la pasada jornada y logró asomarse a una salvación que parecía casi utópica.

Ahora, los de Fredi cuentan con 38 puntos, tan solo uno menos que los equipos que se mantendrían en la categoría de cara al próximo curso. Por ello, pese a su último triunfo, la escuadra boirense sigue necesitando lograr unos nuevos tres puntos en la visita del Pontevedra.

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Para ello, el equipo de la Ría de Arousa intentará acabar con su mala racha como local. Y es que el Boiro no vence en Barraña desde hace dos meses, cuando superó 3-0 al Coruxo, y es el quinto peor equipo del Grupo I en cuanto a números en casa. Ha perdido seis partidos, mientras que ha vencido en solo cinco ocasiones para lograr 21 puntos totales.

Pero si el Boiro es un rival complicado debido a su potencial futbolístico que dejaba entrever a un equipo que no iba a pasar apuros y a su necesidad, el Pontevedra también tendrá que luchar contra otros factores. El primero de ellos un terreno de juego de difícil adaptación por su irregularidad, que se verá potenciada por las previstas lluvias que caerán sobre el césped a la hora del encuentro.

Bajas ofensivas

El segundo factor adverso y quizá más importante será el de las ausencias. Luisito no podrá contar con tres futbolistas importantes en su esquema. A la baja de Dani Portela en defensa, que no forzará para jugar, se le unen las ausencias ofensivas de Álex González, que cumple sanción al acumular un ciclo de amonestaciones amarillas, y Mario Barco, lesionado al menos para lo que resta de liga regular.

A todos los factores adversos tratará el Pontevedra de imponer su ilusión con el objetivo de lograr un buen resultado que, de empatar Ponferradina y Valladolid B, le permitiría incluso cerrar matemáticamente el cuarto puesto y celebrar un éxito inesperado.