El Peixegalego consiguió desquitarse un poco del amargo del descenso consumado la semana pasada, sacando la victoria ayer en Castellón en un partido que se decantó del lado azul en un último cuarto de ataque total y para el que no contó con uno de sus principales baluartes, el interior Javi Mugica.

Entró mal el Marín en el partido y en escasos cinco minutos se vio con una desventaja de diez puntos (17-7) que hizo temer con un resultado abultado al término de los 40 minutos, pero pronto los de Javi Llorente despertaron y supieron estar más finos en la errática segunda mitad del primer cuarto para acercar posturas y mantener el partido apretado (22-19).

La pájara castellonense todavía se prolongó en los primeros compases del segundo periodo y fruto de ellos el Peixegalego consiguió ponerse por encima en el marcador (22-23) por primera vez en el partido. Fueron momentos de claro dominio gallego en el que los marinenses se veían superiores sobre la pista, llegando incluso a dominar en el electrónico por una ventaja máxima de cuatro puntos. Los locales consiguieron, no obstante, recobrar el pulso al partido para desequilibrar la balanza a su favor antes del descanso. Javi Llorente pidió tiempo muerto para elaborar una jugada que permitiese a los suyos mandar antes de la bocina, pero el TAU desbarató la intentona visitante y se fue al vestuario +3 con una última bandeja a la contra en el último segundo (41-38).

El tercer cuarto siguió un guió similar al anterior. Nuevamente con alternancia en el electrónico y el Peixe poniéndose cuatro arriba (52-56) gracias al trabajo ofensivo del triplete norteamericano Rogers-Derksen-Cain. Pero Castellón estuvo más fino de nuevo en los minutos finales del periodo para, con un parcial de 11-0 indicar a los azules que la derrota en tierras valencianas se vendería muy cara pese a lo poco que había en juego (63-56).

Pero el Peixe se dejó lo mejor para el final. En un enorme último periodo se trabajó una meritoria remontada en la que la efectividad anotadora visitante sirvió para superar, y con creces, los 23 puntos castellonenses. El bloque de Marín anotó 37 puntos en el último cuarto, casi los mismos que llevaba al descanso.