A Quique Domínguez se le da bien la División de Plata. A sus ascensos en Vigo cuando ocupaba el banquillo del Academia Octavio se suman ahora sus números en las últimas dos campañas en la segunda categoría nacional con la Sociedad Deportiva Teucro.

El entrenador azul está prácticamente calcando las cifras que le llevaron a tocar el cielo con el Teucro hace dos temporadas en un año en el que el objetivo no era ni mucho menos estar tan arriba a pesar de finalizar el año en lo más alto de la clasificación.

Con 21 jornadas disputadas, el bloque pontevedrés luce en su casillero 37 puntos de 42 posibles, solo uno menos que hace dos años, cuando los teucristas dejaron muy encaminado su ascenso ya desde el comienzo de liga.

La racha de resultados de esta temporada es todavía mejor que la de aquel entonces, pues aquel Teucro frenó su cuenta de victorias consecutivas en doce meritorios triunfos antes de morder el polvo ante el filial del FC Barcelona. Hoy el número consecutivo de encuentros sin perder es ya de 18 siendo precisamente el segundo equipo blaugrana el único capaz de arañarle algún punto a los lerezanos en su empate de la ciudad Condal.

Como en el curso 2014-2015, el liderato del Teucro a estas alturas de la liga es incontestable. Los del Pabellón Municipal no paran de recibir buenas noticias de sus rivales directos por el título mientras no se cansan de ganar partidos. Así, esta semana están empezando a preparar ya su encuentro en casa ante el Amenábar de Zarautz con la tranquilidad de saber que las distancias con Palma del Río son ya de más de dos partidos. De seguir en esta línea, los jugadores que entrena Quique Domínguez podrían dejar el ascenso ya cerrado incluso antes del duelo directo entre ambos en la penúltima jornada de liga.

A pesar de la gran campaña que están realizando los de Domínguez, sus números no le hubiesen servido hace un año para coronarse como campeones de liga y conseguir el ascenso directo a Asobal, pues el vigente campeón de Plata, el Atlético Valladolid, finalizó la competición tras perder solamente un partido y empatar otro.