Nadie en el Pontevedra consigue dar una solución a este mal endémico de cara a puerta que está golpeando con fuerza al primer equipo en las última semanas. Directiva, cuerpo técnico y plantilla asisten atónitos a un bache goleador que ya acumula seis semanas consecutivas y que, a pesar de todo, aun no los ha apeado de los puestos de play off de ascenso.

Cinco partidos ya eran muchos sin anotar un gol, y consciente de ello Luisito decidió salir a jugar a Ferrol con un estilo diferente con respecto al de las últimas semanas. Por un lado le dio descanso a un gafado Mateu Ferrer en ataque para dejar solo en la punta a David Añón. Por el otro, una segunda unidad de perfil más creativo, renunciando a centímetros en favor de más control de balón para acumular gente capaz de dar ese último pase que no termina de aparecer. Los cambios llegaron, las soluciones no tanto.

El consejero responsable del área deportiva, Roberto Feáns, tampoco encuentra un motivo que explique este mal momento y se encomienda ya incluso a la tradición supersticiosa. "Por circunstancias coincide que esto de no marcar goles está siendo un mal general, ya no sé si será necesario echar unos ajos detrás de las porterías o algo para que llegue de nuevo esa racha positiva" indicó.

Amuletos al margen, Feáns se muestra confiado de que este mal momento tenga su fin próximo ya que opina que "lo importante es que el equipo está trabajando bien y que los jugadores nunca han bajado los brazos. Esa es la mejor garantía de que las cosas seguramente van a cambiar y vamos a salir de esta. En todas las temporadas hay un momento bajo y yo creo que lo que nos pasa ahora es que estamos atravesando por él ahora. En cualquier caso, seguimos dependiendo de nosotros mismos y somos cuartos".

El director deportivo habló también de las bajas de Íker Alegre y Mario Barco como factores influyentes en el mal momento pero su optimismo es también alto a la hora de verlos de vuelta pronto vestidos de corto. "Los dos están haciendo doble sesión de trabajo específico, mañana y tarde. Íker está próximo a poder reaparecer y Mario creo que incluso podría estar en condiciones este fin de semana de jugar algo", dijo.

Otras crisis de goles

En Primera División el récord de encuentros sin ver puerta lo tienen actualmente el Sabadell (1987-1988) y el Castellón (1990-1991) con ocho partidos consecutivos sin conseguir marcar en un partido de liga. Ambos equipos estaban no obstante sumidos en unas dinámicas muy diferentes a las de este Pontevedra y acabaron por perder la máxima categoría nacional.

El ejemplo más conocido y reciente de una sequía goleadora de semejante magnitud no está muy lejos de la ciudad del Lérez. Se trata del Celta de Berizzo de la campaña 2014-2015, quienes luego de ser capaces de ganarle al Barça en el Nou Camp, encadenaron siete jornadas consecutivas con su cuenta de ataque a cero antes de ver puerta en la jornada 18 ante el Valencia. A pesar de este bache, los celestes todavía tuvieron tiempo para corregir la dinámica y acabar de séptimos.