Entre las múltiples acepciones que el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española utiliza para definir la palabra "crisis" dos podrían definir la actual situación del Pontevedra CF: "Situación mala o difícil" y también como "Cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación, o en la manera en que estos son apreciados".

Como se ve, ni la propia lengua puede definir con exactitud el momento de forma por el que está pasando la plantilla granate. Y es que es cierto que el Pontevedra está pasando por una "situación mala o difícil" pero no es menos cierto también que esto no le ha provocado "consecuencias importantes" puesto que sigue manteniendo el mismo cuarto puesto en la clasificación que tenía cuando empezaron el bache de resultados.

El entrenador granate Luisito es un hombre de datos. En multitud de ocasiones ha repetido la frase "los números no mienten" a la hora de referirse a sus rivales. Estos números son precisamente los que hoy se vuelven en su contra si nos paramos a analizar el momento de forma granate. Sus jugadores llevan cinco puntos de los 18 que se han puesto en juego en la segunda vuelta, con dos goles a favor y siete en contra. Además son el peor equipo de toda la liga en las últimas cinco semanas (precisamente desde que se inició esta mala racha de resultados) con dos puntos, seis goles en contra y ninguno a favor.

El entrenador de Teo también se ha referido en múltiples ocasiones en la importancia de analizar los resultados de su equipo en su totalidad y no en momentos puntuales. Ahí, esos números sí le dan la razón. Al margen del puesto privilegiado que ocupan en la clasificación, al Pontevedra de los casi 500 minutos sin marcar gol solo le supera la Cultural Leonesa y el Celta B en goles anotados.

Es una obviedad que a los de Pasarón les está pasando excesiva factura la ausencia de su referente en la delantera Mario Barco, un jugador capaz de anotar diez goles en las primeras 18 jornadas, pero los de Luisito son mucho más que el Barco en lo que se refiera a goles. Sin la aportación del ariete cedido por el Lugo, el bloque pontevedrés llevaría ahora 23 goles a su favor superando incluso a siete equipos de la liga entre los que está, por ejemplo, la Ponferradina de Pedro Munitis.

El cuarto puesto

La lucha por la cuarta plaza de la clasificación parece una guerra que nadie quiere ganar. En el último mes y medio el Pontevedra ha hecho méritos de sobra para perder esa posición privilegiada que ganaron a base de sudor y buen juego en la primera vuelta, pero ninguno de sus perseguidores ha podido dar aun ese paso al frente que apee a los granates del play off de ascenso.

El último ejemplo es precisamente este fin de semana, cuando el Valladolid cayó con claridad en Mutilva (campo donde el Pontevedra empató sin goles e inició la senda de partidos sin ver puerta) y la Ponferradina tampoco sacó su partido adelante contra la Arandina (0-0), el peor equipo en lo que llevamos de segunda vuelta. Estos resultados le permiten a los de Pasarón mantener su ventaja de 1 y 3 puntos con pucelanos y bercianos, respectivamente.

Con 42 puntos el Pontevedra estaría en puestos de fase de ascenso en cualquiera de los cuatro grupos de la categoría, solo en el grupo III estaría más justo para entrar al empatar a puntos con un Hércules que ahora mismo marca la entrada a estos puestos también con los mismos puntos que el Pontevedra.

Gracias a este puntuación el Pontevedra acumula 15 semanas ininterrumpidas entre los cuatro primeros de la tabla, el doble de tiempo que el curso pasada en toda la temporada. Hace un año a estas alturas de la liga los lerezanos estaban sextos en la clasificación con 39 puntos y cabe decir que por aquel entonces el Rácing de Santander, que a la postre concluyó la campaña siendo campeón de liga, lucía solo en su casillero dos puntos más que los que hoy tienen los de Pasarón.

Con estos datos resulta complicado precisar si el Pontevedra, un equipo que no tenía entre sus objetivos principales clasificarse para los play offs, está o no en crisis manteniendo la posición que hoy ocupa a estas alturas de la liga. En cualquier caso los granates tendrán el próximo domingo en A Malata por delante una nueva oportunidad para evitar que se sigan alimentando los fantasmas en torno a su pico negativo de forma. Delante estará un Rácing de Ferrol que a buen seguro se cambiaría por los granates, ya que no está en una posición tan favorable como el Pontevedra a pesar de que sus objetivos sí eran otros al comienzo de la liga después de varios años seguidos pelando por ascender.