Fue un duelo frenético, con dos equipos descontrolados buscando con ansias la portería rival. Un duelo directo, igualado, tenso y en el que la cordura se perdió por momentos. Ni Cisne ni Alcobendas destacaron por su cabeza fría y enmedio de esa locura, el bloque pontevedrés, que tenía el partido en su mano, perdió un punto y cedió un empate que puede ser definitivo a final de temporada de cara a tener presencia o no en los puestos de play off de ascenso.

El Cisne dejó atrás su gran dinámica de resultados en el CGTD por detalles. El equipo dirigido por Jabato afrontó el último parcial del encuentro con una ventaja de dos goles (28-26). Andrés Sánchez mandó fuera un lanzamiento y Catalina acertó con el suyo para recortar a uno. Pese a todo, el bloque cisneísta tenía opción de ganar y tras un ataque largo, Chapela se topó con su ex compañero en el Teucro Andrés Delgado. Entonces, Alcobendas tuvo la paciencia necesaria para mascar el ataque y, a falta de diez segundos, morder. De nuevo Catalina, con un lanzamiento de cadera, cantó bingo.

Quedaban siete segundos y el ataque a la desesperada de los locales fue infructuoso porque Delgado no falló en el tiro desesperado de Rial.

El Cisne perdía una victoria que valía doble ante un rival directo y que había cimentado durante el resto del encuentro gracias a un Toño Lafuente que emergió como un gigante para mantener a flote a su equipo en los momentos de zozobra. Varias paradas consecutivas del guardameta en el ecuador del segundo acto con Alcobendas mandando (22-23) resultaron decisivas para que los locales volviesen a recuperar su mando inicial. Sin embargo, pese a la feroz reacción, el Cisne asistió impotente a su vía crucis en los instantes finales.