Pontevedra se queda sin equipos en la Copa del Rey tras la derrota de ayer de la Sociedad Deportiva Teucro en casa ante el BM Sinfin (28-33), que se une a la del pasado martes del Cisne. Los azules comenzaron mandando en el electrónico claramente, pero acabaron sucumbiendo ante el potencial de un rival de Asobal.

Primera mitad de contrastes la que se vio en el Municipal, con un Teucro que fue de más a menos y dominó en los primeros quince minutos, aprovechándose de un errático y negado en ataque Sinfín, al que le costó nueve minutos anotar por primera vez.

Los de Quique Domínguez supieron hacerse fuertes en esa laguna ofensiva visitante a pesar de arrancar el duelo con la exclusión de Dani Hernández. Avanzaron en el marcador y pusieron tierra de por medio con un parcial de entrada importante (6-1) para hacer soñar al escaso público que se acercó hasta el pabellón en que la victoria sería más fácil de lo esperado.

Nada más lejos. Tras un tiempo muerto pedido por el técnico Rodrigo Reñones, el Sinfín entró más enchufado en el partido y fue poco a poco dinamitando la cómoda renta que se había trabajado el Teucro, al que ya sí, le empezaron a no entrar los disparos y llegó a fallar dos penaltis consecutivos cuando todavía la ventaja era importante.

El equipo santanderino logró poco a poco recortar distancias hasta subir el empate al electrónico (9-9) a falta de siete minutos para el descanso. Iván Fernández logró romper de nuevo las tablas, pero la rápida respuesta visitante y una posterior pérdida de los azules dio la oportunidad de que el Sinfín se pusiese por delante por primera vez en el partido (10-11). Los últimos segundos del primer periodo fueron también de mala fortuna para los teucristas. Paradón de Ernesto Sánchez al lanzamiento de Ángel Iglesias y rápido contraataque de Postigo para irse al descanso con la máxima diferencia de dos goles para su equipo (12-14).

El central Borja Méndez se echó el equipo a las espaldas en ataque al comienzo de la segunda mitad para tratar de acortar distancias con tres goles en los primeros compases, pero los de Asobal no se arrugaron y mantuvieron su ventaja sin conceder balones al Teucro para buscar el empate. Así, en una rigurosa decisión arbitral, los azules perdieron a un importante efectivo en defensa al ser descalificado Medina por interpretar el colegiado que había golpeado a un rival en la cara con el codo. Esta decisión vino acompañada de un resbalón poco después de Méndez que propició que Sinfín ampliase su ventaja (17-20) para empezar a encarrilar el encuentro cuando todavía restaban 20 minutos.

A partir de ahí, el equipo que entrena Quique Domínguez fue incapaz de reducir distancias a menos de dos tantos de diferencia, y los de Santander se encontraron con un final relativamente cómodo a pesar de los esfuerzos del Teucro en ataque y los cuatro goles de Samu Gómez en el tramo final.