Cuando tienes enfrente un rival teóricamente superior y te quedas en un 17% en triples, lo normal es que acabes perdiendo. Eso fue lo que le sucedió al Peixegalego ayer en la visita del Palma. El equipo balear estuvo más entonado en ataque en los momentos decisivos y acabó condenando al Marín a su primera derrota en A Raña.

El comienzo del choque fue esperanzador. El Peixe encontraba la vía hacia la canasta rival ante un Palma que no sabía cómo frenar el vendaval local, sumido en un estado de máximo apogeo tras estrenarse fuera de casa el último fin de semana. Con un 7-0 en los primeros minutos, el cuadro de Llorente llegó a ir ganando 13-5.

Una vez superados sus problemas con el transfer, Jason Cain demostraba que su presencia da un plus al equipo. El ala-pívot norteamericano percutía por dentro en cada ataque y Javi Sastre vio necesario retocar algo entre sus filas. Pidió tiempo muerto y reajustó ideas. Cambió la forma de defender, su equipo se volvió más agresivo en las dos zonas y comenzó a recuperar la ventaja perdida. Se pasó de la ventaja de ocho local al 15-15 porque el cuadro balear le devolvió el parcial de 7-0.

Al final del primer cuarto, Palma había recuperado casi todo el terreno (18-17). Y en el comienzo del segundo, siguió con esa dinámica. Con un Álvaro Frutos entonado, el equipo de blanco fue cogiendo renta hasta marcharse a siete puntos. El resultado peligraba poco antes del descanso, pero entonces el Marín reaccionó y tuvo opciones para mandar el encuentro al descanso con empate en el marcador.

El bloque local salió espoleado tras el descanso. Mugica anotó triple en el primer lanzamiento e inmediatamente Derksen volvía a poner por delante a los suyos. A Raña volvía a rugir y Cain enardeció más los ánimos con un mate. Un 12-2 inicial y 46-41 en el electrónico. El Marín agobiaba al Palma en cada defensa y se mostraba suelto en ataque. Parecía que el equipo marinense se iba en el marcador, pero cinco triples consecutivos de Joan Carles devolvieron la iniciativa al Palma. El Peixe había jugado bien, pero el escolta rival había anotado 16 puntos en un solo cuarto para poner el 55-59. Nada que hacer ante eso.

Y en el último período, el Marín agravó su crisis anotadora y el Palma Air Europa, más fiable, no perdonó. Los locales fallaron muchos tiros fáciles desde fuera y punto a punto, el cuadro visitante fue asegurándose el triunfo, que no se le escaparía en los últimos instantes ante un Marín desesperado por su desatino ofensivo.