Hacía mucho tiempo que el centrocampista del Pontevedra Adrián Mouriño no disfrutaba del partido completo en el campo como así hizo ante el Lealtad de Villaviciosa.

El futbolista, titular este domingo por cuarta vez este curso, no disponía de los 90 minuto desde el pasado 12 de diciembre contra el Valladolid B en la primera vuelta de la temporada pasada. Después vino su inoportuna enfermedad, que le obligó a tener que parar por un espacio de dos meses y le impidió estar a un estado de forma óptimo para ayudar al equipo durante la integridad del encuentro. Ya en plenas facultades físicas y tras haber arrancado la temporada desde el banquillo, el jugador de Porriño ha vuelto a recuperar la confianza de su entrenador y a ser clave en el juego del equipo, ya sea desde el centro del campo o en posiciones más adelantadas y orientadas a la línea de banda como el pasado domingo hizo tras las sustituciones.

Tena vuelve a Ferrol

Los nervios ya empiezan a apoderarse de las directivas en alguno de los clubes que no han arrancado con el mejor de los pies en el Grupo I de Segunda División B y Míchel Alonso ha sido el segundo entrenador en caer. El Rácing de Ferrol le anunció ayer el cese luego de no pasar del empate en casa ante el Burgos, colista del grupo y otro de los equipos que ha sufrido cambios en su banquillo. En la ciudad departamental no han tardado mucho en encontrar un sustituto y Miguel Ángel Tena, su entrenador durante la temporada pasada, dirigirá a los verdes hasta final de curso.

También en Ponferrada han decidido ayer cambiar de entrenador y Manolo Herrero deja el banquillo berciano para dar paso al ex del Rácing de Santander, Pedro Munitis.