Contertulios de gran altura los que ayer ofrecieron sus vivencias y experiencia al público presente en el Teatro Principal de Pontevedra con motivo del tercero de los coloquios que se han organizado para conmemorar el 75 aniversario del club granate.

La selección española y su conquista de la Copa del Mundo de 2010 tomaron la parte central del diálogo al contar con la presencia de dos de sus protagonistas, el entonces entrenador de aquel equipo, Vicente del Bosque y el médico de la selección Juan Cota. La conversación contó con la moderación del periodista Santiago Segurola, apoyado también por Xabier Fortes y Lupe Murillo.

Si bien la Roja fue parte central de toda la conversación, el coloquio estuvo salpicado en varios momentos por diversas pinceladas granates que dieron al acto el toque local que el público pontevedrés supo apreciar.

Vicente Del Bosque quiso felicitar el cumpleaños al Pontevedra, afirmando que " no todos pueden decir eso de cumplir 75 años, muchos histórico han desaparecido". Mientras que Cota, médico de aquel Pontevedra que ascendió con Gay en el 2004, se declaró un "granate de corazón", fiel a sus raíces lerezanas.

A lo largo del debate el ex técnico de España o el Real Madrid hizo constante referencias a lo vivido dentro del vestuario de la selección española, demostrando una dosis de humor menos conocida para el público en general y hablando de forma directa de sus recuerdos de aquella etapa de gloria con España que vino seguida de una más decadente en las dos últimas fases finales disputadas.

Una de las confesiones del ex técnico fue su motivo para dar el salto a los banquillos. "Fui entrenador por dos motivos: una por egoísmo, porque tenía que seguir viviendo de algo después de ser futbolista, y la otra por vocación por todo lo que aprendía de mis anteriores entrenadores".

En un diálogo que se fue desarrollando alrededor del concepto del vestuario desde dentro, Del Bosque aportó una idea sencilla de cómo debía jugar su selección y lo que debe tener un futbolista para llegar a lo más alto. Para el entrenador, la máxima de su equipo era "la sencillez" dentro de un equipo que "tenía el estilo ya marcado" y buscaba que todos sus jugadores tuviesen, además de las cualidades técnicas y físicas requeridas a un futbolista de primer nivel, "Emoción. Todo lo mueve la emoción y si no tienes eso no vales para nada".

Conceptos como la intimidad también fueron tratados a fondo ayer. Los dos contertulios coincidieron en la idea de hacer necesario que el vestuario fuese un lugar propio donde medios externos no deben entrar para favorecer la armonía del grupo, permitir la concentración de todos, arreglar las posibles rencillas y dejar que fluyan las confidencias.

Otro punto importante fue puesto sobre la mesa por el doctor Cota, quien quiso salir al paso para desmitificar la idea de dopaje en el fútbol. El actual jefe del servicio médico del Celta aclaró que los jugadores pasan actualmente muchos controles y que hay muy pocos resultados desfavorables. "Por eso cuando se da uno la repercusión es muy grande", aclaró.