Pese a todo el esfuerzo de un salto de categoría que era muy demandado por toda la parroquia granate temporada tras temporada, el paso del Pontevedra por la división de planta del fútbol español no pudo ser más efímero. En tan solo un año el equipo descendió para formar parte por primera vez de una Segunda B de reciente creación y de la que ya es uno de los clásicos históricos.

Aquel conjunto pontevedrés de la 76/77 perdió la categoría en la última jornada tras un empate pactado entre el Rayo y el Getafe que le dio el ascenso a Primera a los vallecanos y la salvación a los madrileños del Sur. De los problemas de aquel equipo habla nuevamente Tuto, quien reconoce que era una plantilla a la que "solo hicieron un fichaje, un jugador francés que se llevaba la mitad del presupuesto, Keita. Era un jugador muy bueno, espectacular, pero fuera casa se escondía y en casa siempre hacía cuatro cosas bonitas pero que no eran prácticas para el equipo. Entonces siempre hubo un tira y afloja de si Keita sí o no y él no se acopló para nada al resto del grupo". La vida extradeportiva del delantero echó por tierra su estancia en el equipo y de su paso por el plantel granate solo queda el recuerdo de unos jugadores que destacan el gran número de multas que le impusieron al galo.

Un sueño cumplido

Preguntados acerca de qué supuso para ellos formar parte del Pontevedra en una etapa no muy lejana a los años históricos del club, tanto Rivas como Tuto coinciden en las ganas con las que defendieron los colores pontevedreses. "Cuando jugábamos nosotros los jugadores de la generación del Hai que Roelo eran súper ídolos", apunta Rivas. Por su parte Tuto (natural de Lugo), recordaba haber visitado Pasarón por primera vez en una visita junto a la selección gallega juvenil. "Todos decían que querían jugar en el Madrid o el Barcelona pero yo decía que me gustaría jugar en el Pontevedra porque vine aquí, vi ese campo repleto sin un sitio libre, y me pareció tan bonito que me quedé enamorado del Pontevedra", remataba un Tuto que finalmente vio cumplido su anhelo años después en una categoría inferior a la que había soñado.