Más comprensivo hacia la decisión de Mouriño y elogioso con su gestión se muestra Ignacio Núñez. "Ha sido una sorpresa para todo el mundo enterarte de la noche a la mañana que el Celta va a pasar a manos de señores de otra nacionalidad, pero es algo que está de moda en el fútbol español", observa. "No sé qué han podido ver en el Celta para comprar el club por las cifras que se manejan. Es una sorpresa enorme. Me preocupa el futuro aunque los tiempos han cambiado y el tema de los sentimientos se valora menos que el dinero. Preferiría que el Celta siguiese en manos gallegas, pero es lo que hay porque las cifras de las que se está hablando son un barbaridad", añade el exdirigente, que considera "imposible" una alternativa liderada por empresarios locales. Ignacio Núñéz elogia la gestión y la astucia empresarial de Carlos Mouriño: "La sorpresa no es la compra sino el importe que se va a pagar. Felicito a Mouriño: sacó al Celta de una situación económica muy grave, gestionó muy bien las compras y ventas de jugadores, ha construido una sede y logrado arreglar el estadio y ahora vende el club por una barbaridad. La verdad es que es para sacarse el sombrero".