Las estadísticas no mintieron. El Peixegalego inició brillantemente su historia en la segunda categoría. Y en gran parte, lo hizo gracias al acierto anotador de Andrés Miso y Tim Derksen. Los dos exteriores taparon a la perfección la ausencia del pívot Jason Cain. No hizo falta la presencia del interior americano porque la pareja se repartió 44 de los 78 puntos del equipo. 22 cada uno. A partes iguales.

Pero el Peixe fue mucho más. Porque no se podría haber vencido a un "gallito" como Melilla sin una defensa de garantías. Al final, el rival anotó 72 puntos. Pero fue una anotación engañosa. Porque por momentos, el vetusto Muro de Berlín pareció estar en la localidad de las Rías Baixas. El segundo clasificado el curso pasado nunca tiró cómodo. Y como muestra de esa agresividad en aro propio estuvo Bauzá, eliminado con cinco faltas, tres de ellas en el primer cuarto. Fue una defensa de "Oro" que marcó territorio.