Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Visita a un aspirante al ascenso

El Celta B, rival del Pontevedra este sábado, inició una reestructuración de su plantilla hace dos temporadas - Se ha desprendido de varios futbolistas de la casa - La directiva exige al filial subir a Segunda División

Jacobo y el céltico Diego Alende pugnan por un balón en el último choque que enfrentó a ambos equipos en julio. // Gustavo Santos

El Pontevedra se mide este sábado a un Celta B que busca el ascenso a Segunda. Es parte de la nueva política de cantera de la entidad celeste, que hace dos años admitió públicamente su disposición a sacrificar una hornada de futbolistas de la casa con tal de lograr una plaza en la categoría de plata.

El presidente del club, Carlos Mouriño, explicó entonces que valdría la pena dejar salir a jugadores autóctonos con intención de contratar a otros que permitieran asegurar el ascenso para reducir la diferencia de nivel entre el filial y el primer equipo. En su opinión solo un filial en segunda podría surtir de futbolistas válidos al primer equipo.

Desde aquel momento el club decidió seguir con su equipo B una línea distinta de la que se suele seguir en los filiales. Muchos jugadores abandonaron la entidad para dar cabida a otros de diferentes puntos del estado y para este año el Celta B ha vuelto a alumbrar un proyecto igualmente renovado.

Al equipo vigués han llegado ocho nuevos jugadores, a los que se suman otros tres procedentes de la categoría juvenil celtiña. En la actual plantilla del B hay más jugadores de fuera de Galicia que de esta comunidad. Trece de los futbolistas con ficha del B han nacido en otros lugares de España o fuera de ella, frente a los diez que son originarios de Galicia. Algunos, además, tienen edades superiores a lo que acostumbraba a manejar el filial. Si bien el mayor de todos ellos, Adri Cuevas, fichado la temporada pasada cuando contaba con 26 años ya ha abandonado el club, otros como el portugués Ledes, de 24, continúan a las órdenes de Alejandro Menéndez.

Así pues, se evidencia la apuesta por un proyecto al que la directiva exige el ascenso. Prueba de ello es también el tenso pulso mantenido este verano para la retención de Borja Iglesias, a quien el club negó la salida y el paso al primer equipo para mantenerlo como figura central del B. El delantero contaba con múltiples ofertas que estaba dispuesto a escuchar si no contaba para Berizzo. Fue, de hecho, uno de los nombres que se barajó como fichaje para la línea de ataque del Pontevedra, pero el conjunto vigués cerró cualquier puerta.

El derbi será, por tanto, un reto notable para un Pontevedra que buscará sus primeros puntos fuera de Pasarón tras la derrota que sufrió en Santander. El equipo granate tendrá que hacer frente a otro elemento que juega en su contra. Algunos de los jugadores de su rival llegan a este encuentro de la cuarta jornada con un nivel de preparación mayor, al haber iniciado antes la pretemporada y haberlo hecho, además, con el primer equipo. Es el caso, por ejemplo, de Brais Méndez, pieza destacada en la labor de creación del equipo vigués. El senegalés Pape Cheickh es otro de los futbolistas que ha tenido presencia en el Celta de Berizzo y es posible, incluso, que no participe en el partido del sábado con el B.

Derbi y revancha

El del este fin de semana es uno de los partidos más esperados de la temporada por su condición de derbi, pero lo es todavía más para la plantilla desde el 4-0 encajado por los granates en pretemporada frente al equipo de Menéndez. Además, el Pontevedra tiene entre sus filas varios jugadores con pasado en el equipo vigués. Es el caso, por ejemplo, del recién llegado David Añón, Miguel Loureiro o Álex Fernández. Los celestes llegan a este encuentro en quinta posición con ocho puntos tras vencer al Izarra el pasado domingo.

Compartir el artículo

stats