La visita del pasado sábado al estadio Reino de León puso fin a toda una liga de visitas a los 19 campos rivales del Pontevedra con unos resultados satisfactorios para un equipo recién ascendido como el Pontevedra a pesar de quedarse practicamente sin opciones coperas a falta de una jornada por disputarse.
Los granates finalizarán la liga este domingo en casa recibiendo a las 18 horas al Burgos y ocupando un puesto similar al que ahora ocupan en la clasificación en la lista de los mejores equipos del Grupo I de Segunda B en lo que se refiere a los choques disputados en feudo rival. Actualmente son los octavos del grupo en este aspecto, si bien podrían bajar hasta la décima posición en el caso en el que Guijuelo y Valladolid B ganen en su visita de la última jornada.
Muy por encima de los demás equipos del grupo I está la Unión Deportiva Logroñés, quienes han demostrado gran regularidad cada vez que salieron de tierras riojanas e incluido han cosechado más puntos esta temporada fuera que en su propio estadio; Las Gaunas.
En total han sido 24 puntos (de 57 de puntos) los que el cuadro entrenado por Luisito se ha llevado de estadio ajeno este curso, una recompensa que se divide en 6 victorias, 6 empates y 7 derrotas con 15 goles a favor y 19 en contra.
A lo largo de la temporada los lerezanos han conseguido sacar puntos importantes de estadios de la talla del Sardinero, punto álgido de la presente temporada y que victoria que ha sido catalogada como el mejor partido de esta liga por parte del entrenador granate. El Pontevedra ha competido durante buena parte de esta temporada con el UD Logroñés por ser el mejor conjunto visitante, pero el bajón de resultados en el tramo final de liga le ha hecho perder fuelle en este apartado ya que lleva sin conseguir los tres puntos lejos de Pasarón desde el pasado 21 de febrero con su victoria en Vigo ante el Coruxo.
A destacar, el periodo de tiempo entre el once de octubre (fecha de la victoria en Santander) y el 10 de enero, en el primer partido de la primera vuelta con triunfo en Guijuelo. Entre estas fechas los granates permanecieron invictos por ocho salidas consecutivas, cosechando 18 de 24 puntos posibles y demostrando que el objetivo de la permanencia se les quedaba pequeño. Esta racha sirvió además para disipar cualquier tipo de dudas generadas por ese dubitativo arranque en el que se perdieron por la mínima los tres primeros partidos lejos de casa, resultados que venían a sumarse a los sufridos también en la fase de ascenso y que obligaron a tener que remontar en casa todas las eliminatorias para conseguir volver a Segunda B.
Los goles del equipo fuera de tierras lerezanas han estado muy repartidos, si bien, y como no podía ser de otra forma, los dos máximos artilleros del Pontevedra esta campaña (Borjas y Mouriño) encabezan está lista goleadora con tres tantos cada uno, seguido por el central Alberto Campillo con dos dianas a su favor y por otros siete futbolistas que han sido capaces de anotar en al menos una ocasión.
Un autobús y muchos km
La manera en la que el equipo ha viajado siempre a los partidos ha sido en autobús en el día previo al encuentro en el caso de los duelos más lejanos. En sus 19 salidas realizadas en liga por el bloque pontevedrés, la expedición granate ha recorrido no menos de 16.000 kilómetros (distancia existente entre España y Australia) entre idas y vueltas, siendo los tres desplazamientos a Navarra los más duros de todos con casi 1.500 kilómetros por recorrer.
Todos estos viajes realizados están reflejados en el presupuesto que el club ha presentando en la asamblea de socios con un gasto estimado de unos 67.000 euros. A ellos también se les debe añadir los dos trayectos de larga distancia que hubo que emprender con motivo de la disputa de la Copa del Rey en Guijuelo y la Copa Federación en Luanco, en Asturias, además del viaje mucho más cómodo en el que se midieron al Rápido de Bouzas y se quedaron apeados de la Copa RFEF.
