El Villalonga a falta de un mes para terminar la competición ya es equipo de Tercera División. Antonio Fernández ha tenido mucho que ver desde el banquillo en un éxito absoluto. El técnico prefiere focalizar en el excelente trabajo de su plantilla el papel realizado.

- Vaya temporada. Le toca definir lo que ha sentido a lo largo de estos meses.

- Creo que es una temporada difícil de volver a repetir por cualquier equipo. Hay que darle la importancia que tiene y disfrutar el ascenso con estas cifras y con esta solvencia. Todos a priori partíamos con opciones al principio, pero el más regular y a la postre el mejor fue el que ascendió. Es una liga de regularidad y tuvimos un comienzo de liga muy fuerte que nos lanzó en la tabla y supimos seguir en esa dinámica de esfuerzo, de humildad y de un trabajo diario enorme. La predisposición de los futbolistas al trabajo fue total y eso nos enorgullece como cuerpo técnico. Las intensidades a las que trabajamos son muy altas, pero el grupo ha estado fantástico.

- Ascender matemáticamente con cuatro jornadas por disputarse es toda una demostración de superioridad implacable.

- De poderío más bien. La verdad es que fuimos partido a partido dándole a cada uno de ellos la importancia máxima. La semana pasada, contra el Unión Grove, quizá sí hubo un exceso de relajación por lo clasificatorio y se demostró que si no estás al cien por cien pierdes contra cualquier rival.

- El equipo ha demostrado ser una auténtica roca, sobre todo en materia defensiva. Los 21 goles encajados así lo demuestran. ¿Esa era la principal premisa?

- Partiendo desde el primer defensor que es el delantero hasta el portero, el mérito y el trabajo ha sido de todos. No quiero personalizar en nadie, pero todos estuvieron a un nivel defensivo rayando la perfección. Es muy difícil hacernos gol. El equipo supo entender lo que el cuerpo técnico le demandaba. Hubo mucha solidaridad a la hora de defender y conseguíamos que los balones llegaran sin ventaja a la zona de delanteros rivales y así era muchos más fácil. No somos ultradefensivos, pero si buscamos la seguridad desde ahí. Si a eso le añades que tienes jugadores que llegan al área como Diego Blanco y Javi Pazos que han hecho muchos goles todo fluye mejor.

- Parecía que en las últimas jornadas el equipo estaba más dubitativo en cuanto a resultados. ¿Se notaba cierta presión?

- Más que presión es el hecho que competir a un mismo nivel durante toda la temporada es muy difícil. Los partidos que no podríamos ganar no los perdíamos y eso nos ayudó a estar siempre arriba. Poco se puede decir negativo de la temporada, y eso que siempre escuchas voces respecto a que el Villalonga iba a empezar a pinchar, pero no fue así.

- San Pedro ha sido un auténtico fortín. Dejaron claro que en su campo son un enemigo muy difícil de batir.

- Nos queda la pena del domingo pasado porque queríamos quedar imbatidos en casa. Yo sabía que San Pedro era un valor y necesitábamos un cierto tipo de jugadores para este equipo. La plantilla que conjugamos iba encaminada a explotar San Pedro. Acertamos con los fichajes, lo que pedí me lo dieron y nadie falló. El año pasado se empezó a fraguar este ascenso. Yo sabía las connotaciones que tiene este campo y no me equivoqué. Solo perder un partido en casa tiene un gran mérito.

- No está nada mal eso de ascender al equipo en su primera temporada completa como entrenador.

- No se puede pedir más. La verdad es que no es el debut soñado porque ya debuté el año pasado, pero sí una temporada soñada. Conseguir un ascenso en tu primera temporada al frente desde el principio es algo de lo que estoy súper orgulloso.