Tras la jornada de descanso el Pontevedra volvió a los entrenamientos con el objetivo de finalizar la temporada de la mejor forma posible. Para ello Luisito contó con todos los efectivos salvo los lesionados Capi y Pablo Carnero que se perderán, al menos, el duelo de este domingo frente al Somozas.

Los dos presentan casos diferentes. El central poco a poco va recuperando sensaciones tras sufrir una rotura en el gemelo en la jornada 27 ante el Racing de Santander. Tras incorporarse al entrenamiento va incrementando el ritmo de trabajo para recortar plazos y volver a estar disponible para el equipo en los últimos tres partidos de liga.

Más complicado es la situación de Carnero. El delantero, que no juega desde el 6 de febrero frente al Compostela, sigue sin poder incorporarse al grupo tras la grave rotura de fibras por lo que podría decir adiós a la temporada.