El Teucro cae con orgullo ante un buen Granollers que dominó en el electrónico desde el comienzo, pero al que se le hizo el encuentro largo después de desperdiciar una ventaja de nueve goles mediada la segunda parte.

Declaración de intenciones ya desde el comienzo del Fraikin Granollers, que comenzó arrollador e imponiendo su ley en el marcador con un 1-4 de inicio que el Teucro jamás fue capaz de reducir a menos desventaja en todo el partido.

Los catalanes, por medio de tres hombres prácticamente infalibles como Adria Figueras, Ferrán Solé y David Resina (15 goles de los 20 de la primera mitad) se adueñaron del encuentro y apenas dieron concesiones a los de Pontevedra.

Con un balonmano rápido y directo, el Granollers consiguió encontrar fácilmente las cosquillas a la defensa azul, que se estaba topando más problemas en el otro lado de la pista para convertir sus ocasiones y chocó también con un gran César Augusto en la portería.

Mediada la primera parte el Teucro consiguió reducir distancias y dejar una desventaja de cinco tantos en un 10-13 que enseguida obtuvo una respuesta demoledora en forma de parcial 0-5 para que el equipo que entrena Carlos Viver consiguiera la mayor ventaja hasta entonces.

Los de Quique Domínguez lograron, no obstante, reponerse a esta dura embestida gracias a dos goles de Pichel y otro de Dani Hernández que obligó al técnico visitante a pedir tiempo muerto con un 13-18 en el marcador. El Granollers consiguió mejorar al regreso a la pista ampliando la ventaja al 14-20 con el que se fue al descanso.

La segunda parte comenzó con un intercambio de golpes en ambas porterías, siendo la novedad la presencia de Andrés Delgado en la teucrista. En medio de un arreón ofensivo catalán, Quique Domínguez fue expulsado y el Granollers aprovechó el desconcierto de la situación para seguir abriendo brecha en el electrónico hasta colocarse (20-29) con la máxima ventaja del partido.

Pero los guerreros azules, apoyados por una grada cada vez más acalorada y animosa, fueron capaces de tirar de orgullo y, primero con un parcial de 3-0 y después con uno de 4-0 en el que José Manuel Rial se echó el equipo a las espaldas anotando seis goles en los últimos 15 minutos, volver a resucitar el partido e hicieron creer a todos los presentes en el pabellón pontevedrés en la posibilidad de la sorpresa al grito del "sí se puede" coreado desde las gradas del Municipal.

Carlos Viver decidió parar el partido en ese momento, con un 29-32 en el marcador para calmar los ánimos de los suyos y volver a poner la mesura y la calma necesaria para que finalmente el Granollers terminase por llevarse los dos puntos de la ciudad del Lérez tras un partido en el que el Teucro fue de menos a más y supo caer con la cabeza bien alta.