Los pabellones de Príncipe Felipe en Pontevedra y de A Seca en Poio acogieron ayer sendos campus para los más pequeños. Con motivo del parón en las pruebas deportivas, el Cisne y el Poio Pescamar organizaban unas jornadas de convivencia para potenciar el deporte, y en especial, mimar a los más pequeños que en muchos casos acabarán formando parte de sus canteras.

En el campus del Cisne 59 niños, de entre 6 y 15 años avanzaron en la práctica del balonmano durante el tiempo libre de Semana Santa. Durante tres jornadas participarán en este campus, entrenándose con los jugadores del primer equipo del Cisne, como Javi Vázquez, Carlos Pombo o Juan Novás, así como también con los entrenadores del equipo que milita en División de Honor B.

En A Seca, unos cuarenta niños participaban ayer en el I Desafío de Porteros Poio Pescamar. Guardametas llegados de toda Galicia se citaban en este novedoso evento que tiene como objetivo el disfrute, convivencia y aprendizaje del que es el rol más especializado del fútbol. En la primera parte, los participantes practicaron diferentes gestos técnicos del portero, en la segunda, se retaron en un desafío mano a mano para poner a prueba las habilidades de cada uno. Tras la clausura del evento, los participantes recibieron diplomas.