El infortunio con las expulsiones se vuelve a cruzar en el camino del Pontevedra una vez más, y ya van siete esta temporada, para influir de manera directa en el desarrollo de un encuentro. El equipo granate perdió el sábado a uno de sus hombres de atrás en Las Gaunas en el momento en el que el encuentro todavía estaba abierto con 1-0 en el marcador. La pena máxima cometida por Alberto Campillo tuvo el doble castigo de su expulsión y un segundo tanto en contra que puso la remontada muy cuesta arriba para los lerezanos.

No es la primera vez esta temporada que a los pupilos de Luisito se les complica un encuentro por culpa de quedarse con diez jugadores sobre el campo. La expulsiones tuvieron también influencia directa en los resultados negativos que el club obtuvo durante el comienzo de la temporada, con dos derrotas consecutivas en casa ante el Guijuelo y posteriormente en Cáceres en las que el equipo disputó la mayor parte del encuentro en inferioridad numérica.

A lo largo de esta campaña el Pontevedra ha visto un total de siete cartulinas rojas por 89 amarillas, unos datos que le sitúan en el puesto décimo quinto en el simbólico "trofeo del juego limpio" del grupo, que lidera la Cultural Leonesa.

El jugador que más veces ha sido castigado por los colegiados es Alberto Campillo con dos rojas y ocho amarillas en 26 partidos de liga, seguido de cerca por el otro central titular del equipo, Capi, con siete amarillas y una roja.

Solo cuatro equipos (Somozas, Cacereño, Peña Sport y Sporting B) han sufrido más expulsiones que los granates durante esta temporada, mientras que el Coruxo es el conjunto del grupo I de Segunda B que más suerte está teniendo en este apartado al haber acabado con diez jugadores sobre el verde una única vez en el presente curso. Cabe decir que el equipo de la ciudad del Lérez está siendo mucho más castigado cada vez que sale a jugar fuera que en su propio estadio, donde el número de amonestaciones le convierten en uno de los conjuntos locales más limpios de la categoría.

El play off, más difícil

La victoria de ayer del Tudelano en Villaviciosa, sumada a la derrota granate ante un rival directo por arriba como el Logroñés, pone el sueño del play off de ascenso un poco más lejano para el Pontevedra, que deberá luchar contra viento y marea para recuperar los nueve puntos con sus rivales en los nueve partidos que quedan en juego. Una tarea difícil, pero no imposible siempre y cuando el equipo de Pasarón calque o mejore los resultados obtenidos durante la primera vuelta de la competición en el mismo tramo del calendario (18 puntos).

El Pontevedra, que defensivamente estaba en cifras muy similares a las de la temporada pasada en tercera, ha sufrido en esta segunda mitad de la liga tres derrotas por tres tantos de diferencia que dejan a las claras la dificultad de esta liga. Con los tres goles sufridos en Logroño el Pontevedra ha encajado ya 29, uno más que los 28 que recibieron prácticamente los mismos defensores la pasada temporada entre los encuentros de liga y los del play off de ascenso.

La linea defensiva sufrirá además una importante modificación para la visita del colista la próxima semana, pues en el duelo ante el Peña Sport no estarán ninguno de los dos centrales que parten con la vitola de titulares. Capi por lesión y Campillo por sanción darán paso a una nueva pareja de centrales que bien podría ser la formada por Pablo y Bruno, cuyo rendimiento quedó probado en la victoria de los granates en casa ante el Izarra (3-1).