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Persiste el gafe granate en Las Gaunas

Los de Luisito jugaron la mayor parte de la segunda mitad con uno menos por la expulsión de Campillo, que originó el penalti del segundo tanto ä El Pontevedra se queda a nueve puntos del equipo de La Rioja

Adrián Mouriño aguanta la pelota ante la presión de un defensor rival. // Área 11

El Pontevedra evidenció en Las Gaunas que el campo riojano es gafe para los granates, y que le falta un puntito para estar a la altura de los mejores. Buena predisposición e intenciones, pero faltó agresividad e intensidad. Sobre todo ante un rival que puso más electricidad en sus acciones, que golpea con furia cada vez que llega al área y que explota la velocidad si se siente acorralado. Por mucho que Luisito moviera ficha en el descanso cambiando el dibujo, el caso es que la posterior expulsión de Campillo y el penalti marcado por Luis Morán certificaron que la racha positiva llegaba a su fin.

El primer acercamiento al área de los visitantes lo protagonizó Antonio Bello con un eslalon, pero a la contra fue Luis Morán el que le sacó las vergüenzas a Pablo en velocidad, pero el central rectificó para tapar al asturiano y evitar que su tiro fuera preciso.

Y una vez más hubo reacción local, instantánea, tras un córner a favor de los de Luisito. Internada de Paredes, pared con Pere Milla y el lateral cruza raso para abrir el marcador pasado el cuarto de hora. Momento de crisis de un Pontevedra al que le costó asimilar el tanto, ya que cada vez que los blanquirrojos pasaban del centro del campo era para agobiar a Edu.

Así, Titi aprovechó un rechace que quedó en el área para romper la bola y encontrarse con los puños del arquero de los gallegos. A renglón seguido era Luis Morán el que abría al costado izquierdo donde Pere Milla buscó repetir la acción del tanto de Paredes, pero entre que su lanzamiento fue más centrado y que Sousa respondió con tino, el marcador no se movió.

El Pontevedra necesitaba respirar y la única manera era con el balón por medio. El primer paso fue correr en una contra que culminó Hugo Rodríguez con un tiro que sirvió para el lucimiento de Miguel y acto seguido una acción de Antonio Bello provocó un saque de esquina a favor, sin consecuencias.

Parecía que el duelo se ralentizaba, lo cual favorecía a un equipo visitante algo descentrado que no podía jugar al ritmo que le gusta. Por intensidad y velocidad era la UD Logroñés la que más proponía al acelerar sus acciones, al combinar rápido en los últimos metros, al presionar para provocar errores en la elaboración.

El paso de los minutos y la cercanía del descanso derivó en que no pasaran cosas en el campo. La pelota no tenía dueño pese a los intentos visitantes, pero es que las continuas interrupciones no ayudaron a que hubiera brillo en un juego pletórico de ímpetu pero escueto en lo artístico.

El Pontevedra debía dar otro aire en la segunda parte. Y lo hizo apostando por estar con tres centrales y dos carrileros, el incorporado Anxo y Adrián, dejando libertad a Antonio Bello por detrás de Borjas Martín. Este cambio de dibujo sirvió para que los de Luisito tuvieran más contacto con la pelota, para contar con superioridad por dentro. Sin embargo, a efectos de visitas al área rival no hubo variaciones.

Es más, era la UD Logroñés la que encontraba espacios para correr. De esta manera, un pase de Pere Milla sobre Luis Morán provocó que Campillo abandonara el duelo antes de tiempo al trabar al delantero blanquirrojo. Por si fuera poco castigo, el asturiano hacía el 2-0 y convertía en improbable la remontada. Luisito retomó la defensa de cuatro recolocando otra vez a Hugo como extremo diestro.

El control, en el marcador y en el terreno de juego, debía ser de una UD consciente de su superioridad. Pese a ello, el Pontevedra no se amilanó y buscó, eso sí rompiendo el equipo, meter ansiedad a los riojanos. Pese a que Miguel tuvo que detener un par de balones, a la contra la UD Logroñés sentenció cuando Pere Milla, casi sin querer, metió el tercero de la tarde noche. Quizá demasiado para lo que había propuesto ante el Pontevedra, pero esto es fútbol.

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