Carlos Pouso, entrenador del próximo rival de los granates se ha referido al encuentro de mañana como "un partido complicado ante un buen rival con muchísimo en juego como en todos los partidos. No creo aquello de: Tenemos muchos que ganar y poco que perder porque siempre tienes cosas que perder, en ese aspecto sí que puede ser un pasito más grande pero sabiendo que aún estamos lejos de la meta. Hay que saber jugar con la ansiedad justa para que la gente esté en su álgido momento. El partido no es definitivo, para nada porque si ganas este partido y pierdes los tres siguientes? Quedan 27 puntos en juego, nueve de ventaja no sería definitivo, desde luego, pero son mejor que tres o seis".

Del Pontevedra afirmó que "desde el principio dijimos que era un equipo muy solvente, muy serio, que juega con mucha energía, que tiene un bloque consolidado y que encima se ha reforzado bien en la línea de arriba con los fichajes de Hugo y de Antonio Bello. Son jugadores importantes en esta categoría. Destaca el bloque, muy solidario, sólido en defensa y que imprime un alto ritmo a las acciones. Un equipo muy trabajador y muy bien trabajado por un buen entrenador como es Luisito".

En cuanto a la forma en la que llegan los suyos al duelo declaró que "hay que gente que está un poquito tocada, otros justos, gente que ha venido de lesiones musculares y que llevan mucha tralla. Lógicamente lo anormal, suelo decir yo, es cuando están todos al 100%".

Una apuesta pendiente

El entrenador del Pontevedra, y el del Logroñés tienen una pequeña apuesta pendiente después de unas declaraciones cruzadas en la previa del encuentro de ida en Pasarón.

Pouso afirmó por aquel entonces que veía al Pontevedra como "candidato a jugar el ascenso", unas palabras que Luisito se tomó en tono de humor afirmando por aquel entonces que si su equipo acababa la liga entre los cuatro primeros le invitaba a cenar "donde quiera, cuando quiera y lo que quiera", una apuesta que todavía está pendiente al estar su equipo mucho más cerca de esta meta de lo que él mismo se hubiera imaginado y, que a buen seguro, pagaría gustosamente.