El Teucro falló en casa en su final particular con el Ángel Ximénez-Puente Genil que podría ser determinante en la lucha por la permanencia en Asobal. Los de Quique Domínguez fueron a remolque en un partido ante el equipo que llegaba a Pontevedra como penúltimo en la tabla, pero los sucesivos errores lastraron al equipo.

Mención a parte requiere la gran cantidad de pérdidas de balón que tuvo el equipo teucrista en la frontal del área rival, que finalizaban con contragolpes rápidos en los que los jugadores del Puente Genil remataron a placer con la única resistencia de un gran Ricardo Amérigo que no fue suficiente. También condicionó la pérdida de confianza del equipo, que erró los tres lanzamientos de penaltis que tuvo en todo el partido.

El encuentro arrancaba mal para los azules: fallando el primer penalti con 0-0. Los cordobeses mostraban ya en los dos primeros ataques con acierto sus dos principales bazas en ataque: los contragolpes que acabaron lastrando las opciones del Teucro en el partido y los tiros lejanos que hicieron mucho daño, especialmente en la primera parte. Así, a los 5 minutos de juego los de Quique Domínguez se vieron obligados a apagar la primera amenaza del Puente Genil de abrir hueco en el marcador. En dos minutos y medio, Hernández, por dos veces, y Rial, le hacían un parcial de 3-0 para situarse por primera ver por delante en el marcador. Sería un espejismo que solo podrían repetir en el 7-6 en el minuto 17.

Los cordobeses llevaban la batuta y obligaban en todo momento a que el Teucro hiciese esfuerzos por no dejar ampliar la ventaja de 2 tantos. Por sus momentos de lucidez parecía incluso que, aumentando la intensidad, en la segunda parte se podría incluso controlar el partido, pero no pudo ser así cuando en los últimos minutos de la primera media hora empezaba el rosario de exclusiones consecutivas entre uno y otro equipo en el que el mejor era Ricardo Amérigo. En los últimos segundos, el joven y rapidísimo Román Pedreira entraba como portero-jugador para atacar con igualdad, pero el marcador no se movería del 9-0.

Tras el descanso empezaba un nuevo acto pero con la misma cantinela y el Teucro no se vio con superioridad numérica hasta el minuto 4. Pagaban los de Quique Domínguez las roturas de ritmo y los balones perdidos con un parcial de 1-6 entre el minuto 26 de la primera parte y el 7 de la segunda (para un marcador de 10-14). Fue entonces cuando el partido de los teucristas se vio más comprometido por los constantes cortes de pases en la frontal. Dos de estas acciones consecutivas llevarán al Puente Genil al 13-18 (minuto 15), que ponía contra alas cuerdas al Teucro.

Tres minutos tardaría la esperada reacción de los locales, que por Arkaitz Piriz y Carlos García se acercaban en el marcador con el pabellón municipal gritando "Sí se puede" confiando en la remontada más por corazón que por lo visto hasta entonces en la pista. Subiendo la presión en defensa y la intensidad en ataque y gracias a varias paradas de Amérigo, devolvían el parcial de 6-1 entre el minuto 18 de partido y el 26 para establecer el 19-19 en la mejor versión del Teucro.

Pero de atacar para el 20-19 los locales vieron el 19-20, de nuevo en una pérdida de balón en la frontal del área rival. Hasta tres pérdidas consecutivas (una de las contras la pararía Amérigo) condenaban al Teucro a la derrota por 20-21, sin que en la última jugada pudiese tener efecto el robo de Eric Balenciaga.