Con un "disgusto enorme" y con mucha autocrítica hacia sus propias decisiones como técnico. Así compareció ayer Luisito después de que volasen de Pasarón dos puntos que su equipo pudo asegurar en la primera parte. "El partido lo tiramos nosotros", aseguró. "De podernos ir cinco a cero al descanso" a casi perder un partido que al final se pudo empatar. Explicó que tras el intermedio, el equipo "se bloqueó, se echó atrás los primeros 15 minutos de la segunda parte y eso fue lo que hizo que casi perdiéramos el partido". "Lo más normal es que en condiciones normales hubiéramos ganado este partido por goleada en la primera mitad, pero les dimos vida y al final no perdimos que puñetera casualidad", manifestó.

Luisito cree que "perdimos el partido en defensa". "Yo ya no mandé meter el equipo atrás porque ese no es nuestro estilo y además con lo que pequeños que somos no nos podemos defender atrás al inicio de la segunda mitad", pero ocurrió, el equipo se retrasó y de hecho el Pontevedra encajó el primer gol del empate, el del Lealtad a balón parado. "Un gol de córner que es para matarnos a todos, el primero el entrenador". "Atrás fuimos un puto desastre" señaló visiblemente contrariado, y explicó que él tampoco eligió bien los cambios. "Estuve rematadamente mal, otras veces acierto, pero hoy (por ayer) me equivoqué en los tres cambios" explicó, matizando que esto no quiere decir que "los jugadores que salieron estuvieran mal".

Luisito también rompió una lanza en favor del delantero Borjas: "no se le puede reprochar nada, porque tuvo la desgracia de hacer un muy buen partido pero tirar dos tiros al palo, fallar un penalti, fallar un mano a mano, pero es que si en la primera mitad fallas todo eso lo más normal es que acabases perdiendo". "El más culpable de empatar este partido fui yo", insistió.

También vio fallos en la confección del equipo inicial al incluir a Campillo, "me arriesgué porque pensaba que estaba mucho mejor" y también reconoció que Kevin fue de la partida pese a que arrastraba ciertos problemas.

Destacó también el partido del debutante Bello, "para mí fue el mejor", que tan solo observó un error al no entregar un balón a un compañero en un contraataque en el que el Pontevedra había logrado superioridad numérica frente a la defensa del Lealtad. Del árbitro solo dijo que "si ellos (por el rival) se quejan del árbitraje, madre mía, que nos queda entonces a nosotros".