El Poio Pescamar quedó ayer apeado de la final de Copa Xunta después de perder en la tanda de penaltis de la semifinal ante el Ourense Envialia pese a marcharse al descanso con un marcador favorable de 3-0.

Comenzó bien el equipo local, dispuesto a ir a por todas para estar presente en la gran final del fútbol sala femenino de Galicia. Jorge Basanta saltó de inicio con un quinteto formado por la portera Irene junto a Jessy, Jenny, Yoli y Elena.

El partido no pudo arrancar mejor, pues a los cinco minutos del mismo el Poio Pescamar se adelantó en el electrónico gracias a un tanto anotado por Elena. Poco después, en el ecuador del primer periodo, Yoli volvió a poner tierra de por medio con un nuevo tanto. El vendaval ofensivo no decayó tras el segundo y Yoli volvió a ampliar su cuenta particular con el tercero de la noche a falta de siete minutos para el descanso.

El Envialia puso la emoción tras el descanso y con ello el conjunto conservero volvió a recordar los fantasmas del pasado fin de semana, cuando el Rubí les remontó en los últimos minutos un 3-0 a favor.

El equipo ourensano salió mejor de los vestuarios y recortaron pronto diferencias con un tanto tempranero que metió el miedo en el cuerpo a las de A Seca. La tensión subió de nivel sólo tres minutos después con el 3-2 que obligó a Basanta a pedir tiempo muerto para frenar la sangría, pero los nervios le jugaron una pasada a las de A Seca que encajaron el empate a cinco minutos del final y eltanto que supuso la remontada con poco más de un minuto para reaccionar.

Cuando todo parecía perdido, Claudia anotó el empate local en el último suspiro y la eliminatoria se resolvió finalmente desde el punto de penalti, con victoria visitante.