Marín Ence Peixegalego y Carrefour el Bulevar Ávila cuentan las horas para disputar mañana el partido más importante de sus historias.

Ambos conjuntos están ante la oportunidad de obtener su primer título nacional en la primera final que disputan desde su fundación. Será un partido de muchas luchas individuales entre dos buenas plantillas que ya han demostrado que saben ser un equipo.

Del encuentro del pasado sábado en el que Peixe arrebató en A Raña el liderato a los abulenses, se pueden sacar muchas conclusiones. La primera es que el equipo que entrena David Mangas no se encuentra cómodo en los partidos que se disputan a marcadores muy amplios. Fruto de ello los de Ávila han perdido tres de los cuatro partidos en los que no han obtenido la victoria frente a los tres conjuntos que más puntos llevan a su favor (Xuven Cambados, Peixegalego y Araberri) por lo que si los de Javi Llorente hacen extensible en el Pabellón Carlos Sastre su acierto de cara a canasta, que les hizo ver el aro como una piscina durante el último encuentro liguero, la copa estará más cerca de regresar a Galicia que de quedarse en tierras castellanas.

Otro dato importante reside en los duelos individuales que se van a ver sobre el terreno de juego. El juego exterior peixiño se llevó la partida en la liga con un asombroso 15 de 26 desde la línea de tres en el que los estadounidenses Javonte Green y Gabe Rogers fueron parte responsable. Si bien jugadores como Toledo, Nikolic o Bernardo García deberán estar muy vigilados por la defensa marinense para evitar sorpresas desagradables.

En la dirección el duelo entre Manu Ferreiro y Carles Marzo será también muy interesante. Si bien el capitán del Peixe fue quien tuvo un papel más destacado en A Raña, el base catalán del Ávila hará valer su mayor experiencia en este tipo de encuentros pues con la de mañana jugará su tercera final copera en los últimos cuatro años.

Por último queda el juego interior. En un partido en el que los de Javi Llorente centraron su potencial ofensivo en el tiro de media y corta distancia, la pareja Navajas-Pantín no pudo prodigarse mucho en ataque, más activo estuvo el africano Sebirumbi para los de Mangas, mientras que el serbio Nikolic, que comenzó el encuentro algo nervioso, se convirtió finalmente en el mejor de su equipo después de una buena segunda parte en la que pudo maquillar sus números gracias a su buena muñeca desde más allá de la línea de triple y con unos más que importantes 12 rebotes para su equipo.