Fin a la buena racha del Cisne. El equipo blanco cayó en el Pabellón de Los Sueños fruto de una errática segunda parte y de su falta de acierto desde la línea de 7 metros. A los cisneístas se le hizo muy largo el partido después de una gran primera mitad en la que fueron dominadores del juego.

Primera mitad de infarto entre madrileños y pontevedreses con un Cisne que dominó en el marcador y con una defensa 6-0 muy bien plantada que mantuvo en jaque a un equipo local que llegó al ecuador de la primera mitad con unos escasos cuatro tantos a su favor.

El guardameta cisneísta Pablo Galán volvió a ser fundamental en el trabajo de los de Edín Covelo, sobre todo en un tramo final del primer periodo en el que el Alcobendas empezó a encontrar huecos en el entramado defensivo lerezano para acercarse en el marcador. Fruto de ellos el Cisne perdió una ventaja de cuatro tantos (4-8) mediada la primera parte para irse al descanso con una diferencia mínima de un gol (11-12).

La segunda mitad arrancó con un parcial de 2-0 del Alcobendas que le sirvió a los locales para ponerse por delante en el marcador por primera vez desde el arranque del encuentro. El empuje de los madrileños no cesó en el comienzo y un nuevo parcial de 3-0 obligó a Edín Covelo a pedir tiempo muerto para frenar la sangría.

La segunda parte estuvo condicionada por las precipitaciones en las jugadas ofensivas y los errores desde el punto de penalti (cinco lanzamientos de 7 metros fallados) del Cisne que, sumados a la gran actuación del portero local, Manolo Rodríguez hicieron que el partido se fuese poco a poco decantando del lado madrileño que llegaron a tener una ventaja máxima de siete goles.