El Teucro volvió a dar una lección de ataque en el pabellón y exhibió ante su público su mejor juego para batir al Ciudad Encantada de Cuenca por 35-30.

Los de Quique Domínguez comenzaron el encuentro muy enchufados y con un Ricardo Amérigo muy inspirado bajo los palos, parando en momentos claves para que su equipo pudiese despegarse pronto en el marcador. Mediada la primera mitad, el Teucro consiguió llegar a una cómoda renta de cuatro goles de diferencia que ya nunca sería rebajada hasta los últimos cinco minutos de partido.

La segunda parte del choque fue el periodo en el que el Teucro puso toda la carne en el asador para llevarse definitivamente el encuentro con autoridad.El ritmo de salida de los vestuarios de los azules fue demasiado para un Ciudad Encantada que en tres minutos de segundo periodo se vio siete goles por debajo fruto del eléctrico ataque local y una mala defensa. En ese instante el técnico visitante Lidio Jiménez decidió cambiar de guardameta, y Samuel Ibáñez mejoró las prestaciones de su compañero de posición ayer Leonardo Vial.

Pero los siete goles de diferencia eran demasiados y Amérigo tuvo tiempo de seguir parando ocasión tras ocasión mientras la defensa conquense no sabía o no podía frenar la sangría que los teucristas estaban causando a su defensa, algo que los de casa aprovecharon para llegar a ponerse hasta con diez goles de renta (24-14).

En los minutos finales el Ciudad Encantada, apoyado en los goles de jugadores como Vainstein, Daniel Tolmos o Víctor Frade, consiguió maquillar el marcador y aprovechar las dos exclusiones seguidas de Gonzalo Carró para meter el miedo en el cuerpo a los azules y lograr reducir distancias hasta los tres goles de diferencia a falta de minuto y medio para el final. Pero finalmente Dani Hernández con un gran tanto y la posterior parada de Andrés Delgado, quien salió a darle minutos de descanso a Amérigo, volvieron a poner tierra de por medio y el Teucro consiguió así la segunda victoria de la temporada ofreciendo ante su público una gran imagen.