El Balonmano Cisne debutó en la tarde de ayer en División de honor de Plata dando una magnífica imagen y ganando con comodidad a un Alcobendas con bajas importantes que no demostró su potencial real en la cancha.

Tras un comienzo igualado en el que parecía que el conjunto visitante iba a llevar el control del encuentro, el Cisne poco a poco comenzó a sentirse cómodo en la cancha y a ofrecer una mejor defensa apoyado en las paradas de un Toño Lafuente que estuvo inmenso bajo los palos, sobre todo en la primera media hora.

Rondando el ecuador de la primera mitad el conjunto pontevedrés ya era dueño y señor del partido, se puso por delante en el electrónico y no volvió a sufrir por lo que restó de encuentro.

Pablo Picallo y el pivote Iago Cuadrado fueron los artífices de la trabajada primera parte en la faceta ofensiva.

El partido llegó al descanso con el Cisne por delante en el marcador pero sin que nadie fuera a presagiar el paseo y la facilidad con la que se impondría durante el segundo tiempo a su rival.

Durante la segunda parte no hubo un equipo en la cancha que no fuese el Cisne. El exteucrista Carlos Pombo, que hasta entonces estaba pasando desapercibido en la faceta anotadora, se desató y comenzó a hacer mucho daño a un Alcobendas que pecó de defensa blanda y en ocasiones de ataques precipitados.

Con la clara ventaja de ocho goles arriba que reflejó buena parte de la segunda parte, el conjunto madrileño bajó los brazos y el Cisne controló muy bien el partido para dejar la primera victoria en casa y poder afrontar con más tranquilidad la difícil visita de la semana que viene a Gijón.

Las gradas acogieron un gran ambiente pese a la Feira Franca y entre los presentes se pudo ver a varios de los jugadores del Teucro que el viernes vencieron al Guadalajara en el debut de Asobal.