La historia se repite. El Pontevedra ha firmado un play-off de ascenso que ha sido una especie de bucle temporal. En sus tres encuentros disputados a domicilio se produjo el mismo resultado. Una ganga para los amantes de las apuestas deportivas. El cuadro granate, tal y como ocurrió frente a Mensajero y Manzanares, cayó por la mínima y se encomienda a Pasarón para remontar el tanto del conjunto riojano.

El equipo que dirige Luisito se enfrenta a emular el final feliz de hace una semana o, por el contrario, sufrir el amargado desenlace ante el Mensajero en una tanda de penaltis que privaron al Pontevedra de coger su primer tren hacia Segunda B. Los granates están cerca de aprovechar la segunda oportunidad que brinda quedar campeón de grupo en la fase regular. Para ello, Pasarón deberá lucir de nuevo sus mejores galas. Toca voltear el tanto del Haro. La paciencia y el acierto de cara al marco contrario -algo que le ha faltado a los granates-serán determinantes para que el Pontevedra culmina el curso a lo grande.

El encuentro volvió a ser injusto con los intereses de los hombres de Luisito. En la primera parte apenas hubo ocasiones. Tras la reanudación llegó el tanto de los locales. Suárez, de jugada individual, aprovechaba la pasividad de la zaga del Pontevedra para inaugurar el marcador. El varapalo hizo reaccionar al cuadro granate, que dispuso de acciones claras para, como mínimo, haber equilibrado la eliminatoria. La falta de acierto en el área contraria ha vuelto a condenar a un equipo que ve en Pasarón, su casa, el principal motivo para seguir creyendo en la consecución del ascenso.