Edín Covelo estaba eufórico al final del partido, no era para menos, su club de toda la vida acababa de hacer historia al ascender a la categoría de plata. Afirma que "es un orgullo poder entrenar esta plantilla, el éxito hay que adjudicárselo a ellos, porque se merecen un gran homenaje por parte de la afición". Recuerda que "llevo toda la vida en el club, y esta gesta solo la hemos vivido en otra ocasión con el ascenso logrado en Santander en el año 1982".