Dani Rey aceptó uno de los retos más complicados en su vida deportiva al ponerse al frente del Artai Poio, último clasificado de Primera Nacional, con solo dos puntos tras ganar un encuentro de los diez que llevaba disputados en ese momento el equipo en la competición.

Los comienzos no fueron los más alentadores, ya que en sus dos primeros partidos el equipo cayó derrotado ante el Bueu Serviauto y el Embutidos Lalinense, pero aún así, el técnico señala que "estoy muy ilusionado y creo que se puede lograr el objetivo de la permanencia. Las diferencias con los rivales directos son mínimas y solo falta sumar un triunfo para estar a la par de ellos".

En relación al motivo que le llevó a aceptar la proposición de la directiva del Artai Poio, Dani Rey señala que "no me esperaba esa llamada, pero cuando la recibí me hizo mucha ilusión, consciente de la situación actual del equipo en la clasificación. Veo al equipo capacitado para poder remontar posiciones en los próximos encuentros, aunque mañana nos vamos a enfrentar a uno de los gallitos de la categoría como es el Atlético Novás".

De cara al futuro, el entrenador considera que "tenemos que hacer cambios en el sistema de juego, pero sobre todo lo que más me preocupa es que a la hora de realizar los entrenamientos somos muy pocos y así es difícil preparar los partidos. Vamos a intentar aprovechar las vacaciones de Navidad para hacer más entrenamientos y si puede ser con toda la gente que está en la plantilla".

Ante la posibilidad de hacer fichajes, entre risas, Dani Rey afirma que "ya se los pide a Augusto Aláez como regalo de Reyes, pero se que está complicado, sobre todo a estas alturas de la temporada. Entre todos vamos a hacer un esfuerzo y buscar esa mejoría que necesitamos para evadir los puestos del descenso".

El nuevo técnico realizó las funciones de segundo entrenador en la pasada campaña en la filas del Teucro a las órdenes de Javier Barrios, además de estar en las categorías inferiores y dirigir anteriormente al Meaño.