"Estoy feliz por ver a una ciudad disfrutar de su equipo"
El técnico elogia la "comunión" entre el plantel y la afición sin aludir a su marcha

Los jugadores del Celta aplauden a los aficionados mientras Luis Enrique pasa por su lado. // José Lores
J.B. | VIGO
Luis Enrique Martínez compareció ayer por última vez en la sala de Balaídos como técnico del Celta evitando cualquier referencia a su futuro. No quiso el técnico asturiano confirmar si éste había sido su último partido como celeste y, sin aludir esta vez a su privacidad, deslizó cualquier pregunta sobre su futuro hacia lo sucedido en el partido.
"Me quedo con lo que he visto en el estadio, con este ambiente maravilloso de ánimo y comunión entre equipo y afición. Lo demás se verá cuando se tenga que ver", replicó el técnico celeste cuando se le preguntó si éste era su último partido al frente del Celta en Balaídos. Y agregó: "Estoy feliz porque he visto a toda la ciudad disfrutando de su equipo y de una forma de entender este deporte. Y creo que es un día muy importante para el celtismo".
Tampoco aclaró si era su despedida soñada. "Es la jornada 37, un partido maravilloso para nosotros. He visto a la afición en un nivel espectacular, apoyándonos como todo el año. Se merecían disfrutar de un final de Liga como éste después de algunas temporadas complicadas", señaló.
Bastante más prolijo se mostró el preparador asturiano en el análisis del partido. "Hemos intentando crearle complicaciones al rival, sabiendo que es muy superior a nosotros y hemos estado en todo momento generándole dudas y problemas. A partir de ahí hemos estado afortunados en algunas jugadas y hemos aprovechado los errores que han podido cometer", explicó.
"Les hemos esperado un poco más dentro de nuestro campo porque sabíamos de la dificultad de dejarles espacio, pero descontando en las jugadas de estrategia hemos estado bien y creo que les hemos hecho daño, aunque hemos tenido fortuna en las jugadas de los goles", precisó.
Luis Enrique recordó que pese al gran final de temporada del Celta que, con el de ayer, suma cuatro triunfo consecutivos, tuvo momentos verdaderamente difíciles y agradeció "la fe ciega" que la afición y el club tuvieron entonces en él. El preparador celeste lamentó por último la lesión de Augusto, que puede perderse el próximo Mundial. Sobre el partido entre el Barcelona y el Atlético que el próximo sábado decidirá la Liga en el Camp Nou dijo: "Lo veo alucinante. Va a ser como una final. Creo que no ha pasado en la historia de la Liga que el título se lo jueguen el primero y el segundo en casa del segundo".
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