"Nos quedan tres finales y dependemos de nosotros mismos; ahí abajo (en el vestuario) ya están mirando las estadísticas que tenemos en la pared, mirando las clasificaciones; están muy convencidos, muy ilusionados por conseguirlo, la gente está preparada para competir y para saltar al primer puesto y si no puede ser, que sea el play-off, pero seguro que vamos a competir hasta el final para intentarlo", afirmó el entrenador del Pontevedra, Manu Fernández, tras la victoria de ayer frente al Órdenes. Pese al entusiasmo de la plantilla, el míster prefiere ser más cauto: "Hasta que tengamos los puntos suficientes no doy nada por hecho", admitió Fernández, para recordar que "quedan nueve puntos y hasta que los consigamos esto no está hecho, cuando los hagamos lo celebraremos e intentaremos aspirar al primer puesto".

En cuanto al partido de ayer, el técnico indicó que "en general creo que estuvimos bastante bien, mejor que otros días en casa, mucho más sueltos, con mucha más circulación, nos faltó esa capacidad de generar opciones de gol, pero sí tuvimos un par de ellas muy claras y acciones a balón parado", si bien a continuación admitiría que "nos faltó acertar, pero estoy contento por el trabajo de los chicos".

"Podemos mejorar muchas cosas pero demostramos que el equipo quiere ganar y eso es lo importante", añadió Fernández, que de nuevo destacó las acciones a balón parado. También destacó que "por fin rompimos esa estadística de que siempre que se nos ponían por delante nunca conseguíamos ganar".