Tuvieron que pasar muchos años para que el Arxil tuviese la oportunidad de volver a luchar por una plaza para disputar el play-off de ascenso a la máxima categoría, y la tuvo hasta la última jornada, aunque al final se tuvo que conformar con un sexto puesto, igualado a puntos con el quinto.

El éxito del club pontevedrés radicó en configurar una plantilla basada en muchas jugadoras que han pertenecido a las categorías inferiores del club y a la hora de realizar los fichajes de las foráneas. El equipo logró competir a su mejor nivel durante las veintidós jornadas y eso le permitió sumar once victorias y once derrotas.

En el inicio de temporada, el conjunto que entrena Mayte Méndez sufrió mucho para poder competir y se llegó a pensar en lo peor debidos a las derrotas sufridas en esas primeras jornadas. La nota positiva la dio la aportación de la jamaicana Tajay Ashmeade, que le dio al equipo una solidez ofensiva que hacía mucho que se echaba en falta.

Poco a poco, las nuevas incorporaciones, sobre todo la de María Lago se dejó notar en el rendimiento del equipo, así como la de María Centeno, que fueron decisivas para ganar muchos partidos, pero para ello contaron con la colaboración de las de siempre, es decir, Sandra Entenza y Ana Martín, que son jugadoras que llevan toda su vida en la entidad pontevedresa.

La marcha de Ashmeade dejó dudas entre los dirigentes del club de cara al futuro en la competición, pero de nuevo acertaron en la elección de su sustituta, porque la Minata Keita respondió a la perfección y ayudó para que el equipo lograse importantes victorias que le evitaron estar en la zona peligrosa y hacer soñar a la afición con poder llegar al play-off por el título.

Desde que milita en la categoría, lo hizo en todas las temporadas, el Arxil consiguió esa sexta plaza en dos ocasiones, y solo en otras dos logró mejorar la clasificación, quedando en una en tercer puesto y otra en el cuarto.