El Teucro dejó escapar en la visita del Barakaldo un punto, a falta de menos de un minuto para el final del partido, tras una perdida de balón de Miguel Porto que le permitió a Oier García conseguir la igualada. Los visitantes tuvieron algunos segundos para conseguir el triunfo, pero no lograron disparar a portería tras cometer los pontevedreses dos faltas consecutivas.

Los de Javier Barrios demostraron ayer que llegan muy tocados en el aspecto físico a la recta final del campeonato. Unas molestias le impidieron al técnico poder alinear a Carlos García, solo lo hizo en los cinco minutos finales, en los que fue expulsado por cometer una falta sobre un rival para impedir que se fuese hacia la portería local.

En los inicios del primer tiempo, el Teucro estuvo muy precipitado en las acciones de ataque y eso le permitió al Barakaldo llegar a tener una ventaja de tres goles, pero los locales reaccionaron de forma positiva gracias al apoyo incondicional de su afición y lograron un parcial de 6-0 que les permitió remontar y situarse por delante (10-7).

Eran los mejores momentos del Teucro y eso provocó que el entrenador rival pidiese un tiempo muerte para tratar de solventar el problema. Los de Barrios aprovechaban bien sus ocasiones, mientras que Dani Cadilla, el mejor hombre del equipo ayer, desesperaba a los contrarios con excelentes intervenciones.

Todo hacía presagiar que los puntos se quedarían en casa, pero el Teucro, de nuevo al inicio de la segunda mitad, se atascó en ataque, al intentar hacer jugadas en posición que ni acababan en lanzamientos. Tiempo muerto de Barrios y el equipo comienza a carburar de nuevo, aprovechando las paradas de Cadilla para culminar varios contragolpes. A falta de quince minutos mandaba con claridad, pero poco a poco a poco los vascos lograron igualar y a partir de ahí esa fue la pauta hasta el final. Moreira consigue un tanto desde los seis metros que dejaba al Teucro por delante, pero Dorado tuvo que hacer falta para impedir un lanzamiento y fue excluido. Después llegó el error de Porto, y el Barakaldo consiguió un merecido premio.